¿Qué hace más ruido?

in #spanish7 years ago

¿Qué hace más ruido?

Raúl odiaba, pero quiero que entiendas, que Raúl realmente odiaba ese bosque. Tanto lo odiaba que el día que los bomberos vinieron a apagar el fuego, hace ya tantos años, deseó que el camión se accidentara de camino y nunca pudiesen llegar.


La fuente

A pesar de sus deseos, sí que llegaron los bomberos y vaya que les costó, pero lograron salvar esa pequeña parte del bosque. Horas y horas tardaron y cuando el fuego se disipó fue que pudieron ver los estragos del incendio. Horrible. Fue Horrible. Aunque Raúl no se estremeció, al contrario, ¡se alegró!

Odiaba aquel bosque: los ruidos de los animales, lo oscuro que era por las noches, y una de las cosas que más odiaba de aquel bosque eran las caminatas eternas que su padre le hacía hacer: “Mira esto, Raúl, ¡qué hermosura! ¿No te parece hermoso?” Solía decir su padre una y otra vez en esas largas y tediosas caminatas.

Raúl regresaba a casa, molesto y con los pies adoloridos. Cada vez que salía a esas horribles caminatas regresaba odiando al bosque un poco más.


La fuente

Ingenuamente creyó que sus suplicas habían sido escuchadas, por fin, algo había quemado el bosque. No habría más ruidos molestos, ni caminatas infinitas… qué equivocado estaba.
Su padre también se llamaba Raúl, era un leñador de experiencia. Toda una vida viviendo cerca del bosque, toda una vida amándolo. No había persona que quisiera más a ese bosque que Raúl, al que todos conocían como “Hacha”.

Hacha reunió a las personas del pueblo, realmente estaba triste por lo que le había pasado al bosque, pero con un pequeño halo de esperanza en su rostro les propuso a todos algo alentador: “Somos muchas personas en este pueblo, al menos mil habitantes. Si cada uno siembra diez árboles. Haremos diez mil árboles nuevos para el bosque. Si ayudamos, el bosque renacerá.”


La fuente

Así fue y Raúl no pudo sentirse más repudiado cuando con su padre tuvo que dirigir todo el gran proyecto para sembrar. Fueron días de planificación y sembrado de los árboles. Aun así, la ayuda de los bomberos fue muy útil y al terminar de plantar y quitar todos los escombros, quedaba solamente una llanura vacía en aquel gran espacio que había sido un bosque hermoso.

Raúl creció rápido, pasaron pocos años cuando a él le tocó ir a la universidad y abandonar su casa natal. La última mirada que le prestó a aquella casa vieja y a aquel pueblo, fue sin mucho sentimentalismo. Vio a su padre, Hacha, y notó que no era el mismo hombre, no había tanta felicidad como antes, pero en su rostro no notó tristeza. Hacha era un hombre sabio, era lo que decía todo el mundo.

—Es hora de irse, ¿cierto, papá? —Comentó el joven.

—Así parece… Sé que te irá bien. Eres un poco testarudo, pero eres fuerte. No tanto como tu viejo. Recuerda que ésta siempre será tu casa. Escribe siempre que puedas y si tienes problemas, no dudes en llamarme. —Culminó riendo a carcajadas el viejo Hacha.

Raúl miró al espacio que antes era bosque y no creyó volverlo a ver otra vez, el gran bosque ahora era tan solo algunos matorrales que crecían. Entre sus planes no estaba regresar a aquella vieja casa, pero tenía que decir adiós antes de irse. Caminó lentamente y se acercó al lugar del bosque que había permanecido intacto, que las llamas no tocaron. La razón por la que más odiaba al bosque estaba frente a él.


La fuente

La lapida estaba descuidada. A sus ojos, Raúl creía que Hacha había dejado que el bosque la consumiera. Las ramas más escurridizas de los árboles la habían entrelazado. Raúl creía que deberían haber tenido más cuidado, no era lugar para alguien tan maravilloso.

Todo el mundo en el pueblo creía que Hacha era el padre perfecto y el ejemplo a seguir. Siempre fuerte, siempre alegre, siempre amable y cariñoso. Por eso, todos se alegraron cuando Erika decidió casarse con él. Por eso, a todos les conmovió el apoyo que él le dio a la hermosa Erika, cuando ella enfermó. Por eso, a todos les costó entender cuando ella murió.

Raúl era un chico radiante y alegre, amaba a su madre, pero desde que Erika falleció las cosas cambiaron, y se volvió un joven malhumorado, incluso, a veces un poco grosero. Raúl tocó la lápida donde relucía el nombre de su madre, contuvo las terribles ganas de llorar… y una vez más, odio al bosque.

— 0 —


La fuente

Pasó mucho tiempo hasta que Raúl regresó. Quiso ir solo, no quería involucrar a la pequeña Rebeca en sus asuntos, además la niña tenía proyectos escolares que debía cumplir. Simplemente quería ir solo para poder dar presencia en ese momento difícil, aunque no creía que él en verdad fuese un gran apoyo. También pasaba por momentos difíciles, ser despedido de su trabajo lo ponía en una situación económica compleja.

Estando cerca del pueblo, desaceleró y empezó a recordar absolutamente todo, pero había algo que lo conmovió especialmente: El Bosque. Habían pasado ya varios años desde que el bosque se incendió, pero la naturaleza, como siempre, supo crecer de nuevo. Era un bosque casi tan frondoso como antes.

Hacha lo esperaba sentado en el pórtico de la vieja casa. Apenas lo vio bajar del automóvil, sonrió, con aquella sonrisa que representaba su habitual existir.

—Vaya máquina. ¿Es tuya? —Preguntó el padre.

—Sí, es mía… —Respondió el hijo— ¿Qué tal, Hacha? Me alegro de verte.

—Sí, sí, yo también. —Concluyó Hacha abrazando a su hijo— ¿Qué tal si caminamos?

No le importó mucho a Raúl, aunque recordó que esas eran las palabras para iniciar una caminata como aquellas que hace tantos años tenían padre e hijo. No importó. Sabía que a su padre le gustaban y quería complacerlo, aunque sea por esta vez.

Su padre avanzó como pudo dentro de su vejez, el viejo Hacha ya tenía los años cargados en la espalda. Aunque eso no le impidió tocar el hacha que estaba junto a la vieja camioneta con la que recogía los enormes troncos de madera.
La caminata fue diferente, el viejo Hacha no habló. Tan sólo caminó. Raúl quería preguntarle, pero no se atrevía, algo dentro de sí lo hacía sentir culpable. En medio de aquel silencio se percató de que el bosque había vuelto a ser el mismo, había crecido otra vez. Se le puso el corazón pequeño al sentir el viento en la cara, el pequeño sonido de las hojas secas que pisaba, la paz que emitían los animales moviéndose por las ramas y la altura de los árboles que daba una sombra que arropaba el alma.

Nunca había visto el bosque de esa forma, al parecer, en aquel silencio encontró algo que jamás pensó encontrar. Algo que se interrumpió con el sonido de un hacha vieja al impactar contra un árbol.

—Papá, yo… —Otro sonido seco lo volvió a interrumpir— Papá, ¿Qué estás haciendo?

El viejo Hacha no respondió. Tan solo golpeaba y golpeaba, una y otra vez el árbol. Con la misma exactitud y fuerza que lo había hecho 20 años atrás.

— Papá, para, en tu condición no deberías hacer eso, te vas a lastimar. —Dijo Raúl, pero sus intentos de pararlo fueron en vano.

—Todos morimos alguna vez, hijo. Un viejo árbol no hará que me muera más rápido o más lento.

— ¿Qué fue exactamente lo que dijo el doctor? —Preguntó el hijo demostrando ya la tristeza.

—Estoy muriendo, chico. No habrá nada que lo evite —sonó un golpe seco— me quedan tres meses. O menos.

—Papá, para… debe haber algo que podamos hacer, vamos a la ciudad, conseguiremos otro doctor…

—Solo una cosa podemos hacer: trae a Rebeca, quiero que me conozca a mí y al bosque. —Continuó diciendo sin quitar de vista del árbol.

— ¡Todo el tiempo el maldito bosque! ¿Quién es tu hijo, yo o el bosque? Aunque sea mírame cuando hablamos, tienes años sin verme.

Al decir esto, el viejo Hacha le dio un último golpe al árbol que enseguida se vino abajo por la gracia de la gravedad. “¡Quítate!” gritó Hacha riendo. Raúl corrió rápido a la derecha. Escapó de la caída y se tapó los oídos. El sonido del árbol cayendo contra el suelo fue estruendoso. Hizo que algunos pájaros volaran e incluso reventó ramas de otro árbol.


la fuente

— ¡Hacha! Puedes parar un segundo…

—Ahora, hijo. Quiero que hagas algo más por mí. Quiero que me respondas a esta pregunta: —comentó Hacha sentándose en el suelo, pareciendo muy fatigado— ¿Qué hace más ruido, este árbol cayendo o diez mil árboles creciendo?

—Evidentemente que este árbol cayendo. —Contestó el hijo con extrañeza.

— ¡Exacto! ¿No te parece hermoso? —Dijo riendo Hacha.

— ¿Por qué debería parecerme hermoso?

—Todos en la vida tenemos problemas. Son como este árbol cayendo. Hacen demasiado ruido. Una enfermedad, perder tu trabajo, que muera algún familiar… —Dijo Hacha con un rostro caído— Solo ha habido dos momentos en mi vida en los cuales he sufrido realmente: cuando murió tu madre y hace veinte años cuando se quemó este bosque.

Raúl lo veía sorprendido. Nunca su padre había tenido la valentía de hablar con él sobre la muerte de su esposa.

»Aun así, entendí que eran árboles que caían. No sentí miedo, podía arreglarse. Era rudo, había hecho demasiado ruido al caer. Esas situaciones tenían toda mi atención y yo realmente sufría, pero tenía que seguir viviendo, mi hijo me necesitaba. Miré a mi alrededor y vi que podía plantar un árbol, si todos plantábamos diez solamente, serían diez miel al final del día. Ahora, veinte años después, el bosque volvió. Mi hijo, al que tanto amo, se graduó y se hizo un hombre de bien, pudo casarse con una hermosa mujer, tengo una nieta preciosa que muero de ganas por conocer, pude tener la dicha de enamorarme de Erika, pude vivir y morir cerca de mi amado bosque. ¡Qué hermosura, hijo! Ustedes son mis árboles, aquellos que en silencio crecen en mi corazón y son más importantes que cualquier árbol caído.

Raúl con disimulo secó sus lágrimas, al fin entendía todo, y abrazando a su anciano padre, vio al bosque de nuevo, recordó la vieja lapida de su madre, los sonidos de los animales y todas las viejas caminatas en su bosque. Pensó en su familia y en todo lo que tenía. Quería compartir lo que quedaba con su padre: lo llevaría a la ciudad y luego, traería a Rebeca aquí. Al bosque que, luego de pensarlo en el camino de regreso a la vieja casa, empezaba a amar.


La fuente

¿Qué hace más ruido en tu vida? ¿Un árbol cayendo o diez mil árboles creciendo?
¿Cuáles son los árboles que crecen en tu corazón? ¿Los cuidas?

Sort:  

Me gustó muchísimo, gracias por compartirlo! Te mando un abrazo venezolano, que bueno que cada vez somos más!!

Muchísimas gracias, de verdad que inspira mensajes así. Seguiré compartiendo mis historias por ésta vía. Un abrazo venezolano de vuelta y me pasaré por tu Blog.

Saludos!

Excelente historia, me recordó a un momento bastante oscuro de mi vida, Saludos Argento veo que eres de Venezuela, creo que este es un post perfecto!

@reveur ven

Saludos, Canserbero. Me gusta tu nombre, excelente rapero y pensador venezolano, descanse en paz. Buena forma de hacer tributo.

Es así, quizás lo momentos se ven oscuros, pero lo que vale es lo que te llena el alma de cosas positivas. Gracias por comentar y apoyar en los inicios.

Un abrazo.

Gracias a ti por compartir este excelente contenido y si Canserbero es el mejor! Saludos y un abrazo.

Me encantó todo tu relato, fue muy conmovedor. La forma en la describes el bosque hace que tome vida propia. ¡Saludos!

Gracias, Daniela. Me impulsa muchísimo a seguir compartiendo mis historias por ésta vía.

Te invito a leer mi otro cuento que subí hace poco. Espero puedas quedarte mucho tiempo.

Un abrazo enorme y gracias por hacer creer la Comunidad Venezolana en Steemit!

The @OriginalWorks bot has determined this post by @argentoescribe to be original material and upvoted it!

ezgif.com-resize.gif

To call @OriginalWorks, simply reply to any post with @originalworks or !originalworks in your message!

Muy bonita historia y gran reflexión. A veces damos más importancia a los eventos negativos y no nos damos cuenta de los positivos.
Gracias por compartir, saludos :)

Gracias, Juan. Sí, hice ésta historia en un momento de mi vida que los problemas se veían gigantes, pero escuchando una canción y haciendo una gran reflexión me di cuenta que eran mucho más las cosas hermosas que lo negativo.

Un abrazo!

Congratulations! This post has been upvoted from the communal account, @minnowsupport, by argentoescribe from the Minnow Support Project. It's a witness project run by aggroed, ausbitbank, teamsteem, theprophet0, someguy123, neoxian, followbtcnews/crimsonclad, and netuoso. The goal is to help Steemit grow by supporting Minnows and creating a social network. Please find us in the Peace, Abundance, and Liberty Network (PALnet) Discord Channel. It's a completely public and open space to all members of the Steemit community who voluntarily choose to be there.

If you would like to delegate to the Minnow Support Project you can do so by clicking on the following links: 50SP, 100SP, 250SP, 500SP, 1000SP, 5000SP. Be sure to leave at least 50SP undelegated on your account.

muy entretenido!

Muchas gracias por tu comentario, en verdad se aprecia.

Un abrazo gigante!

Coin Marketplace

STEEM 0.16
TRX 0.15
JST 0.028
BTC 58333.83
ETH 2280.23
USDT 1.00
SBD 2.50