Saludos mi principito. Dicen que las palabras hieren más que los golpes físicos, que la lengua es el castigo del cuerpo y que el que escupe para arriba le cae la saliva en la cara; todas estas frases son alusivas a lo contundente que puede ser el verbo en la vida de alguien. A veces no daña lo que se dice sino cómo lo dicen. Te quiero mucho nené.
La palabra tiene poder, es un arma de doble filo capaz de hacer cortes que no cicatrizan, tanto en el adversario como en quien la empuña. A veces lo que pensamos, lo decimos y acto seguido lo hacemos. Tiene mucha razón, Srta. Antonia, el lenguaje es peligroso cuando no se le toma en serio.
También la aprecio a pesar de mi constante aislamiento. Un abrazo.