Venezuela: País rico, gente pobre...

Para nadie es un secreto la situación de los venezolanos actualmente, debatimos entre los que buscan una salida y evolucionar, y aquellos que sólo se dejan llevar por los problemas, trato de mirarlo todo con la antropología adelante, sin tomar bandos o trincheras...    

Hoy les comparto una imagen que dirá más de lo que yo pueda escribir aquí, más de lo que cualquiera pudiese imaginar sobre mi hermoso país, una vez una Miss dijo "Venezuela tiene nombre de mujer", palabras que llenan el subconsciente de símbolos que representan hermosura, amor, paz, ternura maternal... Conceptos que deberían ser cuidados, porque si bien tiene nombre de mujer, nosotros somos sus hijos y vivimos una crisis en donde nuestros padres están en guerra, donde atacan a nuestra madre y nada podemos hacer, tenemos hermanos que no son conscientes y apoyan el dolor, tenemos un padre que golpea una y otra vez a aquella figura hermosa que nos parió y nos ve crecer, que hace lo necesario para vernos surgir, pero que al final, nos ve también partir y llora al sentirse abandonada.    

Hay vecinos que apoyan y entienden el sufrimiento y otros que sólo quieren controlarla y dominarla para robar sus virtudes. Hemos de analizar lo que sucede y tomar decisiones que no sólo nos beneficien a nosotros, sino también a nuestra madre, empecemos a curar las heridas del hambre, de enfermedades y de desesperación que ha traído consigo, lo peor que una madre puede tener, que saca lo peor de nosotros y no permite que nos desarrollemos.    

Lo que quiero con éste mensaje no es crear confusión sino conciencia   

Volviendo a la figura de la Mujer quiero compartir algo que nos dejó, a mi familia y a mí, en shock, al ver la verdadera miseria expresada en un acto de desesperación.    

Acabábamos de salir de un establecimiento para dirigirnos a casa cuando de pronto, en una avenida muy concurrida además, vimos a ésta mujer desnuda caminando por la calle, su cara reflejaba enojo y desesperación, quizá por no tener que darle de comer a sus hijos, por no tener trabajo, o simplemente por vivir con una condición que demanda medicamentos que son inalcanzables en el país, Maracaibo fue uno más de los escenarios en donde se percibe cada vez más la muerte de valores y la muerte de años de historia, desperdiciados por una cúpula dominante (sea cual sea).