Día 3. 12:13 am.
Lloré hasta quedarme dormida y me desperté ahora. No tengo sueño. El insomnio consume, hace fiesta.
Recuerdo el primer beso y las ganas de reir.
No quiero borrarlo, fue muy bonito. Pero si quisiera recordarlo sin sentir.
Antes de dormir, mamá besó mis ojeras. Acarició mi cabello y susurró un "te amo".
Qué tendrán las mamás que siempre saben qué hacer...