Día 3. 11:43 am.
Me costó despertar, pero pude.
Vine a trabajar y sonreí un poco.
Aún quedan partes de mi, partes que no te llevaste.
Partes que me ayudarán a sobrevivir.
Hoy solo he llorado escuchando una canción de Morat. Curioso, he sentido que me la dedicaste tú. A pesar de que nunca quisiste, aunque fuera por cortesía, escuchar una conmigo.