El Castillo de Cristal: un ejemplo de cómo funciona el sistema de recompensa en el alcohólico
¿Qué tal, queridos booklovers? ¡Feliz Jueves!
En este día les vengo a hablar de El Castillo de Cristal, una película que me EN-CAN-TÓ. Además también les presentaré un pequeño pero interesante análisis psicológico del comportamiento del personaje Rex, quien es alcohólico, enfocándonos en el sistema de recompensa.
Basado en el homónimo y autobiográfico best seller que la periodista Jeannette Walls publicara en 2008, llega a la pantalla grande el filme El castillo de cristal, del realizador Destin Cretton (Las vidas de Grace, Short Term 12; 2013). La película retrata las memorias de esta exitosa columnista de chismes, viajando en el tiempo por medio de flashbacks hacia su infancia para adentrarnos en su disfuncional familia, y mostrarnos el espinoso periodo de crecimiento al lado de unos padres, quienes bajo el pretexto de la libertad, de estar contra el sistema, de querer vivir sin ataduras, ponen en riesgo el bienestar y la seguridad primaria de sus hijos, dejándolos crecer a la deriva y sin cuidados.Fuente
Jeannette Walls es una periodista estadounidense que trabajó muchos años como columnista en Nueva York, para New York Magazine y USA Today. En 2005 publicó El Castillo de Cristal, una autobiografía que se centra en su infancia y en la relación con su familia, especialmente con su padre, Rex.
Rose Mary y Rex tuvieron cuatro hijos: Lori, Brian, Jeannette y Maureen. Aún cuando en el hogar no había comida, los hijos se la arreglaban. Jeannette, desde los cinco años, cocinaba para todos y fue la principal protectora de su hermana Maureen. A pesar de los problemas, Jeannette adoró toda su infancia y a su padre. Pero la falta de estabilidad y dinero llevó a que los hijos de los Walls fueran escapando de sus padres, uno por uno. El padre de Jeannette Walls, llamado Rex, era un hombre muy inteligente que tenía conocimientos en varias ciencias como ingeniería y arquitectura. Sin embargo, era un alcohólico y estaba en contra de la vida convencional. Rex, interpretado por Harrelson, no pagaba impuestos y por ende hacía que su familia viviera como nómada invadiendo casas abandonadas y, cada vez que perdía un empleo, corría con su esposa e hijos y los obligaba a mudarse de nuevo y a consumir cantidades excesivas de alcohol.
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Análisis psicológico del comportamiento de Rex
El personaje de Rex se encuentra constantemente tratando de satisfacer su adicción al alcohol, lo cual le resulta placentero. Esto hace con que se active el sistema de recompensa, el cual está conformado por el área tegmental ventral y el núcleo accumbens. El consumo del alcohol, al ser una conducta placentera para Rex, provoca la liberación de dopamina que va del área tegmental ventral al núcleo accumbens, el cual es responsable por la sensación de motivación por la búsqueda de reforzadores y de la placentera asociada al consumo de bebidas alcohólicas. La repetición de la administración continua del alcohol por parte de Rex mantiene altos sus niveles de dopamina en el núcleo accumbens. En consecuencia, ocurre una sensibilización del sistema de Rex por el consumo de bebidas alcohólicas que se ve reflejada en su tendencia a hacer planes y plantearse demasiados objetivos o metas difíciles de alcanzar (por ejemplo, reconstruir una casa para él y su familia hecha de cristal).
Fuente de imagen (núcleo accumbens)
Además del sistema dopaminérgico, otros sistemas neuroquímicos son relevantes en la adicción que presenta Red con respecto al alcohol. El sistema endocanabinoide modula la activación presináptica del área tegmental ventral y activa la amígdala. De esta manera, el sistema endocanabinoide modula directamente al sistema mesolímbico (o sistema del placer), el cual participa en el proceso de búsqueda del alcohol por parte de Rex y busca disminuir el malestar que experimenta cuando no lo consume, lo cual se ve representado en la escena en la que se presenta a Rex con un estado de humor alterado, acostado manteniendo sus brazos atados a las extremidades de la cama, de manera a evitar que siga consumiendo la bebida.
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Por otro lado, también se ha observado que el efecto reforzante de las drogas de abuso como el alcohol, depende de la activación del sistema opioidérgico en diferentes regiones del sistema de recompensa o placer, activando el mismo. Sin embargo, el consumo crónico de bebidas alcohólicas propicia modificaciones en el sistema de placer, alterando su respuesta incluso ante reforzadores naturales como la comida (lo cual se ve reflejado en las escenas en las que los niños se quejan por el hambre que experimentan mientras se verifica que Rex no sufre por el hambre ni la falta de comida, sino por la falta de la bebida), de tal forma que Rex requiere aumentar la cantidad consumida de alcohol y deja de responder a los reforzadores naturales de forma creciente.
En la imagen a continuación se puede observar que existe una menor producción de dopamina con respecto a aquellos eventos que resultan naturalmente reforzantes para el resto de las personas, como la comida o el descanso. Sin embargo y como ya fue dicho anteriormente, la liberación de dopamina en un cerebro adicto aumenta con respecto al consumo de la droga, modificando el funcionamiento del sistema de recompensa y haciendo con que el individuo le otorgue mayor prioridad a dicho consumo, pues le resulta más reforzante.
El sistema de recompensa, en el caso de Rex, hace con que presente una mayor necesidad de consumir alcohol, lo cual conduce a la ejecución de más conductas desadaptativas y agresivas hacia sus familiares debido a que dicho consumo activa la amígdala cerebral, el cual es un área relacionado con la activación de la reacción de lucha y de la regulación de emociones. Por lo tanto, es un área que se ve alterada. Esto a su vez empeora la dinámica familiar (como se puede observar en las escenas en las que los padres discuten e incluso Rex llega a empujar a su esposa por la ventana) y, por medio de dichas conductas agresivas, provoca la pérdida de reforzadores por parte de los hijos por no encontrar una figura de apoyo en los padres que se supone deberían cuidar de ellos. Además, mediante el modelamiento, los niños imitan los comportamientos agresivos de Rex que se pueden observar en la escena en que Lori y Jeannette (las hijas mayores) le gritan a su abuela, lo cual dificultaría el aprendizaje de habilidades sociales en estos niños. Fuente de imagen
Una película asombrosa, no sólo por mostrar de modo excepcional los efectos del alcoholismo tanto para el que consume como para sus familiares, sino por además estar basado en la historia real de Jeannette Walls. Sin duda alguna me quedé con muchas ganas de leer su autobiografía, que además sirvió como base para la realización de este largometraje.
Esta historia se me ha escapado varias veces. Hace años tuve el libro y me deshice de él antes de leerlo. Cuando salió la película quise ir al cine a verla y por alguna razón no fui. Luego, a pesar de contar con tres actores que considero buenos (Larson, Harrelson, Watts) por alguna razón, cada vez que me disponía a verla, era desplazada por otra. Esta buena reseña la ha puesto de nuevo en mi radar y ha acabado por convencerme. Interesante análisis psicológico además. Buena idea aprovechar la "excusa" de la película para instruirnos un poco sobre el sistema de recompensa. Buen aporte. Gracias por compartir y saludos.
¡Gracias por leerme! Saludos
Una buena reseña @anabooks, voy a buscar la película porque me atraen los films basados en hechos reales y porque me interesa la conducta humana en todas sus facetas.
Espero que lo disfrutes, y me cuentas qué tal te pareció. Saludos!
¡Gracias!
¡Gracias!
Gracias por tu interesante post, @anabooks. No he visto el filme que reseñas ni leído el libro en el que está basado. Sobre el alcoholismo existen varios filmes reconocidos; recuerdo, por ejemplo, uno muy descarnado, Barfly (1987), del director alemán recientemente fallecido Barbet Schroeder, basado en guión del escritor Charles Bukovsky, con Mickey Rourke como protagonista. El tema del consumo de sustancias estimulantes, como el alcohol y otras, es sumamente complejo, y tú debes saberlo por la información que manejas. Las bebidas espirituosas, como a veces le dicen, y su consumo son tan antiguas como el hombre mismo, y este está sometido a tantas mediaciones e influencias que sin mucha dificultad visita esos "paraísos artificiales", para usar la frase de Baudelaire. Claro, siempre será bien recibida información seria y científica, como la que nos suministras, en la que se aborde su peligro con sentido terapéutico. Saludos.
¡Hola, @josemalavem! Antes que todo, me disculpo por la demora en responder. En efecto, este tema es sumamente complejo, al igual que su tratamiento terapéutico, y me parece que la película retrata muy bien esa dificultad tanto de tratarlo como vivir con ello. Me alegro que te haya gustado esta información, que a pesar de ser científica a mí en lo particular me parece sumamente interesante; además quise brindar mi granito de arena desde el punto de vista de la profesión para la que me estoy formando. ¡Saludos!