Si el amor es la vida. 

¿Qué hacer?, si mi amor te quita la vida, pero sin vida, no te podré amar. Y tú no quieres que te deje de amar. ¿Seré acaso yo un egoísta por no dejarte de amar? Cada día cerca, la agonía se vuelve mortal. Entonces tú me suplicas, te arrastras por mi corazón, volviéndote una mendiga por un poco de pasión.  

Si dejo de mirarte, la muerte ya no estará. Pero mueres de tristeza y mi corazón un gran dolor sentirá.  

Mi amor es dañino para ti y no quieres entender. Yo te quiero querer aunque conozco muy bien, el daño que te he de hacer. Al final, no encuentro salida y esta solución es la que tendré: 

1. En primera instancia, si me alejo, mueres de tristeza y yo también.  
2. Mi segunda opción es, quedarme, entonces mi amor te matará y luego que no estés, mi destino será igual. 

En ambos caminos morirás, aunque las condiciones serán diferentes. En la primera, mueres rápido y muy feliz. En la segunda también mueres, pero lento y tristemente. En cambio, yo en ambas muero lento y triste. Aunque en la primera tengo un momento de felicidad. 

Entonces, al final lo que estoy decidiendo es tu forma de morir.  

Si escojo la primera opción, me sentiré egoísta por darme felicidad y satisfacer mis deseos. Aun cuando los tuyos también.   

Pero si me inclino a lo segundo, aunque tristeza te provoque, te extiendo más la vida. Y así te amaré de verdad, porque amar es vivir, aunque sea muy infeliz. 

La paradoja es amar.  

Fotografía tomada con mi cámara digital fujifilm finepix ax380 16mp