¿ESTAMOS BIEN? O ¡eSTAMOS bIEN!

Cuando uno creía que Nicky Jam era el tipo con mas suerte del mundo en convertirse en el hombre más exitoso de la música latina sin tener posibilidades de conseguirlo, luego de haber pasado por diversos problemas personales entre ellos las drogas, la suerte le sonríe y le da una nueva oportunidad, después de haberla tenido con el màs grande del género.

Si algo tiene el reggaetón es que para tener éxito, lo principal es que hay que creérselo, unos lentes, una gorra, una cadena de oro falsa, y en lo posible cambiar la “l” por la “r” o viceversa...y autotune.

No estoy en contra de él pana de Nicky Jam que por lo que se ve uno de sus más apreciados virtudes está en que es un tipo modesto y buena gente, a pesar de su fama, cuentan que es un tipo que no se olvida de sus raíces, la humildad es algo que en cualquier profesión te puede llevar bien lejos.

Y ese es el gran detalle a rescatar de este modesto tipo, que lo alcanzó todo, los tres grandes que cualquiera desea, sin importar la profesión que desarrolle; éxito, fama, dinero y de coletilla un influencer.

Entre sus más fervientes panas destacan Will Smith, “Toreto” Vin Diesel que también es su compadre y padrino de su boda, Kim kardashian entre otras megaestrellas del mundo anglo eso sin contar que Enrique Iglesias se declaró su más ferviente seguidor.

El éxito, la fama y el dinero parecen andar juntos pero nada más lejos de la realidad y de seguro las trilladas frases “juntas pero no revueltas” es la explicación más cercana para entender, cómo se puede tener éxito sin fama, fama sin dinero o dinero sin éxito.

No quiero entrar y ponerme como un Coaching emocional y ponerme a explicar estos términos tan formadores de la vida, sobre todo para quienes quieren clasificar el momento actual de tu vida con alguno de esos calificativos, que para cualquiera de a “pie” entiéndase ciudadanos comunes, sólo conseguir uno de ellos bastaría para ser felices.

¡Pero qué te importa! Sigue tu vida, ten vida propia, así es mi vida si no te gusta, es tu problema no mío…

Ahh! Seamos claros acabo de escribir la primera frase de cualquier éxito de cualquier reguetonero que se preste con talento para el género.

El reguetón es ya hoy en día por lejos uno de los géneros musicales “no tradicionales” más exitosos del XXI y los años vigentes lo ponen por encima de varios que tuvieron éxito en el siglo XX.

Muchos expertos en sus inicios no le daban mayor éxito que el de unos pocos años de hecho que no pasaría de sus máximas figuras “comerciales” Daddy Yankee, Don Omar entre otros.

Valga nombrar a Daddy Yankee como el pionero del género en su etapa comercial y como el Cristóbal Colón del Reguetòn en el siglo XXI, para no entrar en muchos detalles históricos de cuando empezó y de quienes impulsaron el género antes de la Gasolina (2004) de Daddy Yankee.

Todo género tiene sus influyentes los cuales por lo general solo son conocidos por sus seguidores de culto y de quienes se puede desprender talento para permitir llevar a un estilo musical al lugar donde está, tal vez los que hoy en día disfrutan de solo la fama (recuerdan los tres grandes), algunos no les alcanzó para eso, solo reconocimiento, sin duda que hay que mencionar a Vico C, Tego Calderón y para no dejar fuera a una mujer sobretodo en días donde el concepto •metoo es tan vigente Ivy Queen.

Pero retomando la Gasolina de Daddy Yankee y habiendo hecho algo de historia, porque bien dijo alguien para conocer bien nuestro presente hay que conocer bien nuestro pasado, valga esta referencia para entender que no se puede hablar de una situación actual sin conocer su precedente.

Y ese precedente es el que me lleva a entender como figuras de la talla de Nicky Jam o Bad Bunny llegan a los sitiales de éxito y fama. El reguetòn principalmente requiere que sus cantantes reciten las letras más que cantarlas melódicamente, al más estilo del hip hop.

Aunque el hip hop, principalmente en sus inicios gozaba de contenido de letras biográficas, de protestas en contra del sistema político, económico y social, sirvió para darle rienda suelta e inspirar sexualmente a los cantantes latinos, permitiéndoles usar este género y adaptarlo para parir lo que hoy en día se conoce como reggaetón (para darle espacio a otra forma de escribirlo).

En un género musical donde no se necesita talento básico, es decir, cantar, donde algunos intérpretes no se les pueden ubicar en ningún tipo de voz porque no están literalmente en ninguno se les termina clasificando en “auto-tune”.

Eyy! Pero sin apasionamientos esto ha existido en la historia de la música siempre y en cualquier género, salvo la Ópera, no olvidemos que esto principalmente es un negocio donde lo que interesa es el dinero y que se consuma el producto sin importar que esté vencido.

Pero ¡Coño! Que el nivel ha bajado mucho y es que quienes deberían decir, hay cierta condiciones no lo hacen.

El mundo latino de la música es medido en su máxima expresión por los Grammys Latinos, desde hace 19 años no lo hacen con ciertos artistas.

La Academia nacional de Artes y ciencias de la grabación, si lee bien “artes y ciencias” era lo más exclusivo que como artista relacionado a la música se podía llegar.

La subjetividad de “Arte” sin duda alguna a hecho que esta apreciación le permita a ciertos “Artistas” colarse y en su mediocridad artística como músicos, ojo con eso, aquí hablamos de calidad musical y el hecho de llamarse músico en todo el sentido de la palabra.

Lo empírico en la música tiene su mayor aportador de talento, ya sea de manera profesional o no, eso es innegable.

Cualquier instrumento puede ser tocado por alguien que tenga estudios académicos o que hubiere aprendido por su cuenta, en cualquiera de los casos no hay trampa, si sabes tocar guitarra la interpretas y listo, se detecta inmediatamente si lo haces bien o mal.

En el caso que lo hagas mal, puedes prepararte estudiar y llegar al sitial que desees según tus requerimientos profesionales o simplemente artísticos. Pero si no tocas con nivel no participas.

La gran mayoría de intérpretes de la música hoy en día no poseen estudios académicos, solo les basta el talento, oído musical, muchas veces saben todo lo que se necesita pero no académicamente.

El mejor ejemplo que podemos dar es el de la banda más popular de música mexicana, la madre de todas las bandas, “La Banda El Recodo” Disney les propuso tocar el tema principal de su película y como era obvia esta empresa no deja nada a las suspicacias, por lo que al no saber leer partituras quedaron fuera del proyecto.

Pero ¡vamos! Que aunque no soy un seguidor de ese género ni de la banda, saben hacer música.

En todo caso el punto es que el género del reguetòn ha sido arrollador en los Grammys latinos repartiendo gramófonos entre reguetoneros como si de condones se tratara para evitar la procreación de más artistas del auto-tune.

Los Oscars por el contrario se han mantenido a raya pero ya casi han pasado la franja amarilla algunas veces con incluir películas que no merecían llegar a ser postuladas a mejor película, pero la tentación es tanta a lo popular, que se ha comentado de una nueva categoría donde puedan entrar las películas que más se han visto o las que más dinero recaudan.

Y qué compás toca el cine aquí, es simple, la academia de Artes y ciencias cinematográficas no se ha visto tan contaminado con lo popular, lo que más vende o simplemente lo que produce dinero por encima del verdadero control de calidad, que deben tener los miembros que deciden qué producciones deben acceder a por lo menos ser nominadas.

El cine y la música son los reyes del entretenimiento, el dinero esta ahì, son los hacedores de estrellas y de fracasos, pero no hay duda que el cine mantiene un corte de nivel en cuanto a premios se refiere, por lo menos en los más altos de la industria como son los Oscars.

Figuras tan grandes como Tom Cruise, Will Smith, con un talento inconmensurable y una popularidad de las mejores, no han alcanzado el mayor premio al cual puede aspirar un actor, aunque sí, por lo menos han logrado ser nominados.

Pero si rayamos un poco más en lo que pudiese ser lo más parecido a un reguetonero que gana uno de los premios màs preciados para cualquier músico como es un Grammy, podemos nombrar a Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Mark wahlberg, etc.

La lista es larga, son de esos actores influyentes que saben que nunca ganaran un oscars.

Y aquí no nombramos los que con talento nunca llegan a ganar un premio de los grandes, solo nombramos actores verdaderamente populares, famosos, que les acompaña la fama, el éxito y el dinero, pero eso en la academia no significa premios, bueno un 90% de las veces.

En el mundo de la música latina tenemos ejemplos parecidos, Juan Gabriel ganó su único Grammy latino después de muerto, uno de los más prolíficos compositores de la historia de la música no solo latina sino mundial y su talento vocal entre los mejores, además de ser excelente productor musical.

Pero la deficiencia viene en todos los géneros, Enrique Bunbury uno de los más prolíficos cantautores del rock en español, nominado varias veces pero nunca ganador, otro tipo que debería tener un Grammy, fue el exvocalista de los Héroes del Silencio y una exitosa carrera como vocalista.

Eso sí justo reconocimiento a Juan Gabriel al ser nominado varias veces a los Grammys anglos en los ochentas y noventas, en las respectiva categoría dedicada a los latinos en aquellas épocas.

En fin, vivimos una época mediocre en cuanto a contenido de calidad en donde frases como:

...Nadie tiene Que enterarse Que Te lo Meti…

En donde intérprete y canción de seguro están muy cerca de ganar un premio, pero lo más increíble otro ganador diga en su discurso que son ejemplo a seguir…

Titule o cite a Nicky Jam en este post pero no se trata de èl de hecho es uno de los exponentes que a pesar de sus deficiencias vocales le ha sacado provecho a su capacidad de componer y producir, en todo caso este artista estaba predestinado a tener éxito en el más popular género del siglo XXI y más aùn cuando el autotune se puso de moda entre los reguetoneros y les dio impulso a los que tenían algo pero la voz no les ayudaba sino para rapear letras.

Algo hay que reconocerle a Nicky Jam desde un principio tenía lo suyo cuando el más grande del género Daddy Yankee decidió darle espacio en su entorno, pero es que la realidad no se trata de un solo cantante sino de la industria del Reggaeton.

Lo importante a entender aquì es que cuando ya se veía un posible cambio en el género, artistas como J Balvin se motivaban por darle un nuevo swing musical con canciones como “Mi Gente”, Daddy Yankee aunque en la misma línea de letras sexuales les daba un tono un poco más limpio.

Aunque Despacito simplemente cambio lo literal por un poco imaginación dejó ver que se pueden hacer canciones sexualmente explícitas pero con un poco de talento en la composición.

Como sea, cuando se veía un cambio, cuando pensábamos que el regueton estaba tomando un poco de nivel, aparece Bad Bunny para dar el mensaje de que el Reggaeton tiene que seguir en su mediocridad musical, vocal y de composición.

En cualquier caso piénsalo bien, quienes son los mediocres aquí, los artistas que simplemente buscan expresarse o una audiencia que quiere consumir Conejos malos y caducados.

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