Simón el mago, avergonzado por su ambición y maldad. (HECHOS 8:9-11).

La biblia habla de un hombre llamado Simón, que practicaba la magia en una ciudad llamada Samaria, éste había engañado a muchas personas con esta arte mágica; es decir era un estafador. Pero había un hombre, un discípulo de Jesucristo llamado Felipe el cual anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios, en toda esta ciudad de Samaria. Dice la biblia que Felipe hacia muchas señales y milagros en el nombre de Jesucristo de Nazaret, y muchos creyeron y fueron bautizados en su nombre, y dentro de todas esas personas también creyó Simón el que practicaba magia en esa ciudad.

Y Simón siempre andaba con Felipe, éste sorprendido completamente por los grandes milagros que este hacia, cuando los otros discípulos que estaban en Jerusalén oyeron que en la ciudad de Samaria había llegado la palabra de Dios, enviaron a dos discípulos a Pedro y a Juan; para que oraran por aquellos personas las cuales habían creído en el evangelio de Cristo y así recibiesen el espíritu santo, porque aun no lo habían recibido, viendo Simón el mago que los discípulos solo al imponer las manos a los creyentes, recibían al Espíritu Santo, su corazón se llenó de ambición y maldad. Le dijo a Pedro, te ofrezco dinero y me das ese gran don para a quien yo impusiere las manos también reciba el Espíritu Santo, mas Pedro le dijo: tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.

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Pedro ya sabía que en el corazón de Simón había maldad y ambición, pues esta claro Simón estaba acostumbrado a estafar a las personas, y viendo que ya muchos no creían sus palabras, entonces quería el poder de dar al Espíritu Santo, y así seguir engañando a las personas, y seguir obteniendo dinero con esto, porque su trabajo era engañar.

Tal vez Simón se fue muy triste o también muy decepcionado, porque la biblia dice mas adelante, que Simón les dijo a los discípulos que rogasen al Señor por él. Quizás Simón se arrepintió y por la infinita misericordia de Dios fue perdonado, y entendió mas adelante que los dones de Dios son para aquellas personas que creen en su palabra, más no son para aquellas personas que tienen corazón lleno de ambición.

Pues es necesario tener un corazón puro, para poder ser participes de las maravillas que Dios tiene guardadas para los que le aman, tal vez en algunos momentos has actuado así como Simón, engañando a muchas personas solo por la ambición a muchas cosas. Pero hoy Dios te brinda una nueva oportunidad para que te arrepientas de tus malos caminos, y seas perdonado por ese Dios tan maravilloso que un día toco mi vida y me aceptó, porque el es un Dios de amor.

No importa la magnitud ni la cantidad de tus pecados, hoy Dios quiere perdonártelos todos, para que pueda comenzar a enseñarte que hay cosas mejores, pero solo si estas con Él. Si hoy lees este mensaje es porque Dios te ama, y tiene misericordia de ti. Dios te bendiga mucho donde quiera que estés. Amen.!

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¡Solo en Dios se encuentra salvación!