AUN LOS AMO
Mi nombre no importa en lo absoluto, pero lo que mi hicieron no tiene perdón, a pesar de todo no siento odio, solo una profunda y vaga lastima, y en lo profundo de mi corazón los amo. Eran las 7 am y me dirigí al colegio, hacia un bonito día y todo iba de maravilla, con 10 años cursaba quinto de primaria, me encantaba la escuela, en especial los bellos recreos que se pasaban volando, no tengo muchos amigos, pero siempre trato de complacerlos para que me den su cariño, no sé porque a veces no les agrado y me dicen cosas, pero no me importan y los perdono. Eran las 10:45 de la mañana, me levante a botar un raspado de mi lápiz, sentí un golpe, era una bola de papel que impacto mi cabeza, me volteé para ver quien me la había tirado, pero todos se pusieron serios, cuando camine hacía el tarro de la basura, otro compañero me cruzo su pie por el medio de los míos y me hizo caer, todos los compañeros se echaron a reír, me sentí muy apenado y me dio un poco de rabia, pero no le preste atención.
Al día siguiente cuando había terminado de comprar en la cafetería del colegio, un compañero más alto que yo, paso por mi lado y me tiro la lonchera al suelo, me quede sin comer, cuando entramos al aula de clases le presente la queja a la profesora, y nos llevaron a rectoría, mi compañero negó todo y dijo que yo me había tropezado, ese día sentí mucha rabia, porque me hacía esto si yo solo quería ser su amigo. Que tengo de malo pensaba. Llegué a mi casa y le dije a mi madre, pero no me prestó atención estaba ocupada y tenía cosas más importantes que atender, a mi padre ya no le digo nada, es un alcohólico y la mayoría del tiempo esta abrió, y me hace promesas que nunca cumple, mi único refugio es mi amigo Carlitos, un oso de peluche que me regalo mi madre cuando estaba más chico, a él le cuento todo lo que me sucede a diario, aunque nunca me responde, pero siempre está dispuesto a escucharme.
Hay días que no quiero ir a la escuela, pero mí mama me pega, y me dice que si no estudio seré como mi padre. Habíamos terminado clases y cuando salí del colegio di la vuelta en la esquina y vi 3 compañeros que estaban recostados en la pared hablando, me pareció raro pero seguí caminando, cuando pase por su lado uno de ellos camino conmigo y me puso la mano encima de mi hombro, para dónde vas con tanta prisa me dijo, para mi casa le conteste, comenzó a requisarme los bolsillos, pero me opuse, y me empujo y caí al piso, estando en el suelo, comenzó a patearme y se unieron a él, mis otros compañeros, me dieron varios golpes y me quitaron el dinero del bus. Cuando se fueron me pude levantar, pero me dolía un costado del abdomen, me todo caminar hacia mi casa, llegue a las 7 pm y mi madre me estaba esperando angustiada con un látigo en la mano, me cogió de la camiseta, y me metió a la casa, me pregunto dónde estaba, el dolor en mis costillas era tan fuerte que casi no podía hablar, por más que le dije que mis compañeros me habían quitado el dinero, ella no me creyó, me dio tantos golpes que me desmalle, se asustó mucho y me revivió con un poco de alcohol, me pidió perdón y me dio un abrazo, amaba tanto a mi madre que entendía su rabia y también porque me había castigado, al otro día no pude ir al colegio, me dio una fuerte fiebre y estuve en cama por varios días, mi madre no quiso llevarme al hospital porque sabía que la podían demandar por maltrato.
Después de casi dos semanas de ausencia, volví al colegio, estaban en exámenes finales de periodo, perdí la mayoría, porque no entendía ninguno de los temas, hice varias habilitaciones pero no me alcanzo para ganar la materia, tuve un promedio bajo y fui el peor del salón, mi madre se sentía avergonzada de mí. Y no me hablo casi por una semana. Mis compañeros seguían burlándose de mí y todos los días me quitaban la plata del recreo. Cada día me sentía más vacío, en el salón nadie se quería hacer conmigo para hacer las tareas, y en recreo siempre estaba solo, a veces se me escapaba una lagrima porque no entendía porque nadie me comprendía.
Busque en internet sobre casos relacionados con mi problema y había pocas soluciones. Vi un video de un caso de un chico que hallo una solución y decidí aplicarla, ya no quería sufrir más debía hallar una cura que me quitara ese peso de encima. Mi madre llego del trabajo y se recostó en el sofá, y menciono mi nombre, pero no le respondí, comenzó a buscarme por la casa y subió a mi habitación, dio un grito tan fuerte que los vecinos se asustaron. Yo estaba colgado del techo, con una soga en mi cuello, y en la cama había una nota que decía: Querida mama, perdóname por no ser el hijo que hubieras querido tener, pero no es mi culpa, soy un poco retraído y me cuesta mucho aprender, quisiera poder darte todo lo que necesitas y que no tengas que vivir maltratando sus delicadas manos, yo sé que tú me quieres y que tus malos tratos son para corregirme, pero a veces no entiendo cuando me pegas sin ninguna razón y no me dejas explicarte porque hago las cosas, bueno, eso ya no importa, solo quiero decirte que te amo con todo mi corazón y no quiero ser una carga para ti, por eso me voy donde esta Dios, porque sé que él será el único que me comprenderá y me estrechara en su pecho cuando sienta frio. FIN