Los callos y la caja de fósforos.

No sé si esto caiga dentro de la definición de paranormal, pero cuando era pequeño, me pasó algo que me hizo cuestionar la existencia de algún ente divino, me gustaría pensar que fue mera coincidencia, porque quizás lo fue, pero hay cosas en la vida que son demasiado coincidencia para ser lógicas ¿Me explico?

Cuando era pequeño tenía un problema en mis dedos, tenía varios callos, callos grandes, todavía recuerdo en mi mente como se sentía tocarlos, eran un relieve notable en mis dedos, a los cuales nunca les hice mucho caso porque en esa edad lo que menos me importaba era mi apariencia física.

La gente decía que la única manera de liberarse de esos callos era utilizar un laser, todavía no sé si es que mis padres no tenían el dinero suficiente para pagar eso o quizás lo procrastinaban demasiado porque no era una eventualidad de vida o muerte

El caso es pasaron los días y un día una amiga me le ofreció una solución a mi mamá, me imagino que esta solución surgió de una típica conversación entre madres, mi mamá genuinamente preocupada o quizás para romper el hielo le mencionó sobre mi inofensiva aflicción en la punta de mis dedos.

La amiga le dió una solución que suena demasiado ridicula para mi (y quizás para ti también)

Yo siempre fue escéptico con esas cosas, siento que estamos solos en este mundo y no hay fuerza más allá que la de nosotros, nuestras acciones no están influenciadas directamente de algún dios escribiendo nuestro destino. Mi mamá, en cambio, si le gustaba creer en ese tipo de cosas, lo que le mencionó su amiga sonaba ridículo para mi, pero para mi mamá era un pequeño esfuerzo en el cual solo perdería un poquito de su tiempo y nada más.

Su amiga le mencionó que para librarse de los callos, había que comprar una caja de fósforos y tomar una cantidad de piedras pequeñas, con las piedras pequeñas tocarías cada callo, una piedra para cada callo y los meterías en la caja de fósforos.

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Buscarías cualquier rio, te pondrías de espalda y lanzarías la caja de fósforos hacia atrás, sin mirar.

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La memoria de mi niñez es borrosa, pero si recuerdo perfectamente que al cabo de una semana los callos desaparecieron y en ese momento no tacité mucho sobre el asunto.

Pero ahora... ahora que me pongo a pensar, quizás hice un negocio con alguien, un negocio del cual no estaba consciente.

Quizás firme con tinta indeleble e invisible un papel imaginario con mis pequeñas manos llenas de inocencia. Si a un adulto se le olvida leer las pequeñas letras importantes ¿Como se lo podrías criticar a un niño?

Desde ese entonces deje de considerarme enteramente ateo y preferí ser agnóstico, prefiero no tener opiniones fuertes sobre algo de lo cual no estoy seguro, porque si eso pasó... si no fue una coincidencia... entonces hay algo más allá de mi entendimiento, algo que tengo miedo de conocer, algo que si apareciera, los creyentes regocijarían y se jactarían de que su fe nunca fue en vano.

Me pregunto con que dios, santo o lo que sea habré echo un "pacto", no he escuchado hablar sobre alguna entidad divina que no pida nada a cambio de un favor, todo en esta vida tiene un precio, nada viene gratis.

Me pregunto que habré cambiado con ese ser sin haberme enterado.

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