¿Estarían dispuestos a pagar para que les hicieran sus trabajos académicos? Una reflexión ética.

Estamos a aproximadamente un mes de que inicien de nuevo las clases. Y en estas vacaciones desde el punto de vista personal, me he dedicado a leer un poco y reflexionar sobre lo que debo hacer en este nuevo ciclo escolar como asesor de tesis e incursionar de manera escalable en lo que es la investigación académica. En eso me encuentro cuando de repente me encuentro con algo verdaderamente increíble.

Sucede que hay páginas que se dedican a ofrecer sus “servicios para hacer las tareas”. Eso me puso a pensar mucho, como es natural. La curiosidad quedó sembrada en mi psique, así que me puse a realizar una pequeña investigación y, cuál fue mi sorpresa que encontré más de una decena de esas páginas. No las citaré, no veo el caso de hacerlo.

El punto es que, pensé someterlo a un pequeño debate en este artículo. Deseo plantearles, estimados colegas y lectores; ¿qué opinión les despierta esta (habrá que decirlo), lucrativa y cuestionable actividad? Desde hace tiempo leo y estudio a Max Weber y tengo que aceptar esa (a veces peligrosa), concepción de la “permisibilidad social”. El hecho de que esto de “hacer tareas a otros” se ha vuelto una industria.

Tendrá uno que aceptar esa actividad, al mismo tiempo, invitar a la reflexión. Creo que si queremos evitar y/o reducir cada vez más el tema de la corrupción, debemos de cuestionar este tipo de actividades. La idea de los trabajos académicos es que el estudiante desarrolle un ejercicio de reflexión e investigación. Así que lo que resta hacer es no recomendar en nuestros seres queridos que no recurran a que les hagan sus proyectos académicos.

¿Qué opinión les merece este tema?