La triste realidad del alcohol.
Muchas personas en esta era moderna y ya de décadas atrás siempre vieron la mayoría de edad como un poder de por fin ser autónomos, con la facilidad de hacer lo que mejor nos parezca. Si bien es cierto que a la mayoría de edad si se otorga este poder, también lleva una responsabilidad, aunque no sea de agrado, existe. El detalle del alcohol es lo común de los jóvenes consumirlo, es un hecho que en algunos casos lo hacen hasta siendo menor de edad, el problema no es consumir alcohol de forma modera, sin notarlo muchas veces va creciendo el gusto por el mismo, muchos comienzan a tomar por que les gustas, pero otros también porque su entorno social lo hace y buscan de encajar en ellos, unos tragos de fin de semana con responsabilidad nunca están mal.
El alcohol debe ser algo que se toma como un rato grato, y algunos casos saludables, pero con responsabilidad, muchas veces una persona en un día llega a perder el control sobre la cantidad que toma, llegando a olvidar incluso lo que hizo la noche en que bebió.
La triste realidad del alcoholismo es que cuando la persona cae en él, no es consiente que se destruye así misma y a su entorno, numerosos casos se registran debido a este problema. Muchas veces cuando tienen hijos es un problema grande, sin darse cuenta la persona puede hacer un gran daño a ellos, causando heridas emocionales, que, de no ser tratados psicológicamente, no son sanadas debidamente, llevando esas penas como si fuera una “cruz” difícil de sobre llevar.
Aunque esta realidad no es algo que se vea, es muy frecuente que suceda. Muchas veces son los hijos que llevan la triste realidad, ver a su padre o madre en el alcoholismo. Todo niño desea una estabilidad y esta la encuentra en sus padres, siendo sus pilares fundamentales en sus vidas, pero como podría tenerla si una de estas fallas, la triste realidad es que el niño le toca crecer en un ambiente donde sus padres mismo lo ridiculizan y se ridiculizan a ellos mismo.
Llegando hasta el límite de descuidar a sus hijos, en todos los ámbitos. Aunque también existen padres que llegan a surtir económicamente con todo a sus hijos, a pesar de sufrir alcoholismo. Pensando que esta es la solución de todo, estos mismos hijos suelen crecen con la tristeza y hasta cierto modo rabia a su ser querido. Es un problema común, lamentablemente la persona que está en el alcoholismo, comienza a perder su facultad física, sin necesidad, a veces terminan desperdiciando hasta sus grandes talentos. La oportunidad que se pierden con sus seres queridos, que en su estado “creen compartir”. Beber hasta perder el control, es sin notar el daño que les hacen a sus seres queridos.