Muevo Mundo
Nuevo mundo
Trecientos veinte ocho kilómetros recorridos año tras año, unas sesenta veces por todas, la verdad no sé exactamente cuantas, separaban mi mundo de otros mundos muy maravillosos, allí me toco conocer a personas de mi familia a los que llevare por siempre en mis pensamientos. Me sorprende en la actualidad cuando pienso como algo tan cotidiano y normal se volvía vital, era como una ilusión, y cuando llegaba a pasar un año entero sin visitarlos, el anhelo de volver era tan grande que a los trece años cuando quería morirme por extraños pensamientos de adolescencia que solos llegaron y solos se fueron, pensar en la experiencia que viviría de nuevo en Juárez me levantaba el ánimo (sé que no son solo mis figuraciones, mi hermano también recuerda con nostalgia lo genial que era pasar la tarde con los primos), aunque después me inundaba la tristeza cuando volvía a mi rutina, (hoy amo la rutina, te puede llevar muy lejos) catastrófica edad que no disfrute, nadie podía ser amable, por lo menos educado, todos en la secundaria éramos unos raros, pero había algunos raros y raras que se las arreglaban para molestar a otros para que nadie se fijara en su rareza. Que extraño me parecía todo, nunca me agrado esa época, algunos parecían todos unos hombres y mujeres mientras que otros parecían unos chiquillos que fumaban cosas, personalmente tener un poquito de educación se volvió algo negativo que me enfrento con algunos brabucones. Creo que de alguna forma todas las experiencias que vivimos forman lo que ahora somos, por eso pienso que tal vez algunas personas se vuelven catalizadores o bien obstáculos para el tiempo que nos tomara ser quien seremos, (nadie debería poner a un puberto con un mal tipo de personas), o tal vez solo somos nosotros los que nos encargamos de arruinarlo todo, prefiero pensar que la mayoría de las cosas las podemos controlar y algunas cuantas cosas están en la merced de lo que otros quieran. En fin, ese tipo de maleducados me dejaron claro que no quería parecer como ellos, pero a menudo pienso que a lo mejor pude haber sido un buen brabucón, pero no tuve ese tipo de amigos… Los brabucones se ven bien. –“Toma hijo este papelito, quiero dártelo” recuerdo mucho esas palabras que me dijo el papá de mi papá cuando era un niño, mientras sacaba temblorosamente un billete de diez pesos de su cartera. Inmediatamente pensé: ¿Qué clase de papel quiere darme mi abuelo? ¡Definitivamente llamo mi atención! Ahora razono que el efecto que produjo cuando me di cuenta que se trataba de dinero fue una gran emoción, si tan solo me hubiera dicho que quería darme algo de dinero no sería emocionante, es como una especie de enseñarle a un niño que la realidad en que vive es un fraude, al día de hoy no termino de saborear esa ilustración de Bartolito, es como si hoy me dijera: todas tus preocupaciones son un simple papelito., el hombre era raro, pero raro en el más grande y buen sentido, estoy seguro que muchos hombres de Dios sobre los que podemos leer se quedan cortos ante él, vivía en este mundo pero pienso que realmente no vivía aquí… Cuentan que los perros feroces que lo llegaron a envestir cuando salía a predicar caían muertos apenas entraban en su espacio personal, mucha gente quería conocerlo, uno de sus hijos, mi tío Pedro muy querido desde siempre, el superintendente de distrito mas joven de todo México y sus hermanos y hermanas, Jovencitos extrañamente vivaces formaron la fama que los Gutierrez aun tienen en Juárez, siempre me agrado eso (todavía la gente me reconoce por mi apellido y a mi padre le dicen que volvió a nacer), quienes han conocido a mi padre íntimamente se complacen en su persona, me llena de orgullo pero no conocieron a Bartolito… Nos esforzamos, pero somos un pequeño destello de lo que un hombre o mujer imperfectos pueden llegar a ser, me di cuenta al conocer la vida de ese hombre, recuerdo que en su mesa siempre había caras nuevas, vi una de esas caras después de convivir unos minutos con él preguntar: ¿Es usted…? No termino la pregunta., el viejo contaba las mejores historias, eso y el resultado de su técnica para hacer pan pueden definirse como perfección, en su casa y en su panadería encontramos a lo que sabe la vida, juegos y comida, (lo mejor de todo era que te hacia sentir tan grande como el mismo, eso para mí es la grandeza, fuimos grandes., hacer que otros hasta un niño se sienta importante), las mejores historias bíblicas contadas como si él estuviera allí, agradecer, entendí que la mejor comida es en la cena y un desayuno sin la lectura bíblica del día no es desayuno., la leía sin falta todos los días para su esposa, siempre supo cuales eran las cosas más importantes, el hombre no vivía aquí, no le afectaban los problemas, era como si no fueran lo suficientemente grandes.
-No lo soy -respondió-, espero en Jehová que podamos seguir conviviendo en el nuevo mundo. Cuentan que muchas veces tuvo que decir eso a los curiosos.
Lo envidio por que el hombre vivió todo el tiempo en el nuevo mundo., las circunstancias que yo mismo y otros hemos puesto para mí, parecen empeorar con los días, el desarrollo normal de lo que debería ser se empobrece con la neblina que hay en nuestras mentes, no es una excusa, pero si pudiéramos llegar a obtener toda la paz que nos hace falta por nosotros mismos como afirman los budistas, no habría un Dios prometiéndonos un nuevo mundo, allí me espera mi abuelito y otras personas, yo no soy esa clase de hombre que como Bartolito puede vivir ahora en el nuevo mundo, algo siempre causara molestias, pero si espero que me enseñe a hacer ese pan tan delicioso con el que saco adelante a sus diez hijos y alguno que otro nieto y sobrino., tierra hasta donde alcance la vista, ovejas pintas como las de Jacob, Jardines como los de Salomón, mil laudes como los de David, veinte hijos como Job y una casa en medio…
The new World
Three hundred and twenty eight kilometers traveled year after year, some sixty times for all, the truth is I do not know exactly how many, separated my world from other very wonderful worlds, there I had to meet people from my family whom I will carry forever in my thoughts. It surprises me nowadays when I think how something so everyday and normal became vital, it was like an illusion, and when I got to spend a whole year without visiting them, the desire to return was so great that at thirteen when I wanted to die for strangers Thoughts of adolescence that came alone and left alone, thinking about the experience that I would live again in Juárez raised my spirits (I know it is not just my figurations, my brother also remembers with nostalgia how great it was to spend the afternoon with the cousins ), although later sadness flooded me when I returned to my routine, (today I love the routine, it can take you very far) catastrophic age that does not enjoy, nobody could be kind, at least educated, everyone in high school was weird, but there were some weird and weird who managed to annoy others so that no one would notice their weirdness. How strange it all seemed to me, I never liked that time, some seemed all men and women while others seemed like little boys who smoked things, personally having a little education became something negative that I face with some bullies. I think that somehow all the experiences we live form what we are now, that's why I think that maybe some people become catalysts or obstacles for the time it takes us to be who we will be, (nobody should put a pubert with a bad type of people), or maybe it's just us who are in charge of ruining everything, I prefer to think that most things we can control and some things are at the mercy of what others want. Anyway, those rude guys made it clear to me that I didn't want to look like them, but I often think that maybe I could have been a good bully, but I didn't have that kind of friends… The bully looks good. - "Take this piece of paper, son, I want to give it to you" I remember very much those words that my father's father said to me when he was a child, as he tremblingly took a ten peso bill out of his wallet. I immediately thought: What kind of role does my grandfather want to give me? It definitely caught my attention! Now I reason that the effect it produced when I realized that it was about money was a great emotion, if only he had told me that he wanted to give me some money it would not be exciting, it is like a kind of teaching a child that reality in that he lives is a fraud, to this day I do not finish savoring that illustration of Bartolito, it is as if today he told me: all your worries are a simple piece of paper, the man was strange, but rare in the biggest and best sense, I am sure that many men of God that we can read about fall short before him, he lived in this world but I think that he did not really live here ... They say that the ferocious dogs that got to clothe him when he went out to preach fell dead as soon as they entered his personal space, many people wanted to meet him, one of his sons, my uncle Pedro, always very dear, the youngest district superintendent in all of Mexico and his brothers and sisters, strangely lively youngsters, formed n the fame that the Gutierrez still have in Juárez, I always like that (people still recognize me by my surname and tell my father that he was born again), those who have known my father are intimately pleased with him, he fills me of pride but they did not know Bartolito ... We strive, but we are a small glimpse of what an imperfect man or woman can become, I realized when I met the life of that man, I remember that there were always new faces at his table, I saw one of those faces after living with him for a few minutes asking: Are you ...? I do not finish the question, the old man told the best stories, that and the result of his technique to make bread can be defined as perfection, in his house and in his bakery we find what life, games and food know (the best everything was that he made you feel as great as himself, that for me is greatness, we were great, making others even a child feel important), the best biblical stories told as if he were there, thank you, I understood that the best food is at dinner and a breakfast without the biblical reading of the day is not breakfast., he read it without fail every day for his wife, he always knew what were the most important things, the man did not live here, they did not affect him the problems, it was like they weren't big enough.
"I am not," he replied, "I hope in Jehovah that we can continue living together in the new world." They say that many times he had to say that to the curious.
I envy him because the man lived all the time in