¿Por qué tenemos tanto miedo a estar solos?

Mucha gente no tiene problema alguno en estar solo, hay quienes disfrutan y aprovechan el tiempo que tienen para consentirse a sí mismos y adelantar pendientes. Sin embargo, para otros el hecho de no estar en compañía les provoca un sentimiento intolerable. A pesar de que este sentimiento es humano, el miedo o temor puede llegar a ser perjudicial. El miedo a la soledad está relacionada con la angustia de abandono y la sensación de peligro sin que nadie intervenga.
El miedo a menudo encuentra su origen en un trauma del pasado. Así que pregúntate ¿qué sucedió en el pasado para que tengas miedo a estar solo?

¿Qué es la soledad?
Sentir que estamos solos es una de las peores sensaciones que podemos tener. El sentimiento de soledad es uno de los grandes enemigos de la felicidad. Y es que, para ser felices necesitamos crear vínculos íntimos con otras personas en quien confiar, tener gente en quien apoyarnos. beneficiarnos en relaciones (que no quiere decir muchas relaciones) es una de las claves para ser feliz.
Hay dos diferentes tipos de soledad:
El primero hace referencia al sentimiento de angustia por la ausencia de contacto social real o percibido.
El segundo término se describe al gusto y la necesidad de alejarse de los demás de vez en cuando.

Y es que estar solo puede ser bueno. El problema esta cuando nos sentimos solos, cuando percibimos una falta de apoyo social. El peligro es el aislamiento
Se puede describir la soledad como una condición psicológica debilitante debido a la ausencia real o percibida de relaciones social satisfactoria. Las personas con soledad muestran sentimientos profundos de vacío, inutilidad y otros síntomas depresivos.

Dentro de esta soledad negativa podemos diferenciar varios tipos de soledad.
Soledad emocional
La soledad emocional aparece a raíz de la pérdida de un vínculo con otra persona. Puede ser debido al fallecimiento de algún ser querido o a la ruptura de una relación.
Soledad social
La soledad social se refiere a la ausencia de una red de relaciones sociales de las que sienta que pertenece.
Soledad subjetiva y objetiva
La soledad subjetiva hace referencia a que, a pesar de estar acompañados nos sentimos solos, como puede ocurrir dentro de las relaciones de pareja.
La soledad dentro de una relación de pareja es indicador de que la relación no va bien. En estos casos hay que plantearse las causas de esos sentimientos, mejorar la comunicación en la pareja y aprender qué es lo que necesitamos el uno del otro.
La soledad objetiva se refiere a que cualquier observador externo puede apreciar que una persona, realmente está sola y aislada.
Soledad situacional
Este tipo de soledad hace referencia a que tras un espacio de tiempo de malestar psicológico, las personas consiguen enfrentarse a la pérdida y se recuperan. Es un tipo de soledad pasajera.
Soledad crónica
Es más estable, y suele ser fruto de las dificultades de las personas para establecer relaciones sociales satisfactorias a lo largo de los años.
Entonces, sí podríamos hablar de que la soledad en ocasiones es necesaria. Surge como un aviso de que algo no está bien y que es necesario conectar de nuevo con las personas. Sin embargo, si no se gestiona de manera adecuada puede que nos estanquemos en ese sentimiento y no logremos salir de allí, haciendo más difícil la solución de ese problema.

Las personas solemos estar muy ocupadas entre el trabajo, los estudios y la casa. Usted de seguro no tiene tiempo para ir al gimnasio durante un mes. El hacer ejercicios le permitirá liberar su mente, mientras que su cuerpo muestra los resultados. También es una buena manera de pasar el tiempo. Otra técnica que puede ayudarlo y no estar dando vueltas sin saber que hacer realizar una lista y organizarse. Puede iniciar preguntándose y escriba lo que te haría feliz, haciendo una lista de los proyectos que se desea lograr. De esta manera le permitirá tomar decisiones más acertadas estando lúcido y reflexivo. Practica disfrutar de una simple actividad, como mirar un paisaje, escuchar una canción, leer. Concéntrate en cosas simples, y trata de practicar al menos durante 15 minutos diarios un tiempo de soledad realizando alguna actividad. Estos hábitos te ayudarán a conectarte con tus emociones y eliminar el estrés.

Cuándo más te conozcas y te aceptes, mejores serán tus relaciones interpersonales.