Prisionero - Una historia sobre sindrome de Estocolmo

in #sndbox6 years ago (edited)

Allí me encontraba, sentado en aquella habitación gris, fría; el policía frente a mi tenia rato hablando sobre cosas que no entendía, mostrandome fotos que no lograba asociar a lo que conocía de Lucille, ella no era una mala persona.

La conocí cuando tenía 8 años, fue la primera niñera que tuve, bueno… la única. La primera noche que la vi, no me cayó bien en absoluto, era mucho mayor de lo que esperaba; mis compañeros de clases que aún tenían niñeras, todas eran chicas de secundaria; mientras que Lucille parecía de la edad de mi mamá. Este sentimiento cambió cuando mis padres se fueron; supo como ganarse, con chocolate, a esa edad tenía gustos muy básicos y con una barra de chocolate ya eramos mejores amigos.

El policía me sacó de mi recuerdo.

Thomas… ¿me estás escuchando?─ No le respondí ─Lucille te secuestro, te tuvo secuestrado por casi 10 años, necesitamos que colabores

¿Secuestro?

Si, quizas asi habia empezado y quizás eso era lo que todo el mundo creía que había sido. Pero no, yo quería quedarme con ella.

Lucille había sido mi niñera por casi un año, yo sinceramente esperaba ansioso que mis padres fueran a su salida semanal y así ella vendría a cuidarme. Pero esa noche no apareció; fue raro ya que en todo ese año no había faltado ni una semana, inclusive se había ido de vacaciones con nosotros. La respuesta de mis padres fue un simple “está ocupada” y esa noche, ellos no salieron.

Al día siguiente, esperando a que mi padre pasara por mi a la escuela, la vi cruzando la calle, y no dude ni un segundo en acercarme a ella para preguntarle porque no había podido ir la noche anterior.

Lo próximo que recuerdo es todo negro, para luego despertar en una habitación atado de manos y pies, amordazado y llorando. No recuerdo cuando tiempo paso, la verdad, pero yo sabía que lo único que pensaba era que quería a mi mama.

Lucille apareció por la puerta de aquella pequeña habitación en la que me encontraba; solo eran 4 paredes con un lavabo y un WC, ella entró para quitarme la amordaza, tengo el vago recuerdo de llorar por mi mama a lo que ella solo respondía que todo iba a estar bien.

Ese mismo dia mas tarde, o quizás al dia siguiente, vino a quitarme las cuerdas de las manos y los pies.

Todo estara bien mi pequeño Thomas ¿confias en mi?
Quiero a mi mama Luci, tráeme a mi mama─ Dije llorando
Tu mama fue la que me obligó a hacer esto

Fue lo último que dijo antes de volver a irse.

Thomas tus padres necesitan que hables para poder meter presa a Lucille, tienes que testificar

Siempre fue buena conmigo luego de eso, me contó todo lo que mis padres pensaban de mí, lo que querían hacerme y que ella me apartó de ellos para salvarme. Le debía mi vida ¿Cómo iba a querer meterla presa?

Recordaba que había pasado un año desde que había empezado a vivir con Lucille, ya tenía una habitación dentro de aquella casa, pero solo le permitía podía estar en esa habitación, aún no tenía ventanas, Luci me contaba cómo era todo en el exterior; le pregunte porque no podía salir y ella me respondía que mis padres me estaban buscando para matarme, que tenía que permanecer un tiempo allí por mi seguridad.

Ella pasaba toda la mañana conmigo, me enseñaba las cosas que no podía aprender en el colegio, al mediodía me servía el almuerzo para desaparecer hasta el dia siguiente. Me entretenía en la tarde jugando con los pocos juguetes que tenía en mi habitación, repasando las lecciones que ella me había dado o leyendo alguno de los libros que ella continuamente me traía.

Hubieron muchas noches que extrañe a mi mama, pero los brazos de Lucille al dia siguiente eran igual de confortables, aún más cuando recordaba todo lo que ella decía que mis padres querían hacerme.

El policía colocó un par de fotos delante de mí, eran dos pequeños niños físicamente parecidos a mi .

¿Sabes quienes son?─ Negué con la cabeza ─ Son los chicos previos a ti; Lucille también los secuestro, cada uno en ciudades muy alejadas una de la otra, por eso los casos nunca se unieron.

Recordé una vieja historia que Lucille me contó cuando tenía 11; que ella tuvo un hermano gemelo, al que amo mucho, inclusive me contó, que lo amo quizás de una forma que no debía amarlo, pero cuando eran muy jóvenes el chico fue asesinado en un tiroteo en una fiesta de cumpleaños.

La siguiente foto que puso el policía sobre el escritorio era de otro niño con las mismas características pero la foto se notaba mucho más antigua

Este es el hermano de Lucille, creemos que tiene algo que ver con el tipo de personas que ella secuestra

El policía parecía perder la paciencia conmigo, exhalaba y se notaba que trataba de mantener la compostura. Mi silencio lo estaba desesperando.

Ya Lucille me dejaba andar por la casa, habían muchas puertas cerradas, a veces se sentía un olor a podredumbre que era insoportable detrás de alguna de las puertas. Pero podía ir a la cocina, en la sala había un televisor con un par de canales, un teléfono en el cual podía llamarla a un número que me dejo para emergencias; me contó que poco a poco mis padres estaban desistiendo de la idea de buscarme, y que pronto quizás hasta podría salir al exterior

Los extrañas Thomas?
A veces, me cuesta creer en algunas ocasiones que ellos me quieren muerto
Ya te lo he dicho pequeño─ Dijo acariciandome el pelo ─Tus padres tienen problemas psicológicos, creen que eres una especie de demonio reencarnado en la piel de su pequeño hijo, y querían matarte para poder salvar su alma
Pero nunca dijeron nada de eso
Eras muy pequeño, no escuchabas todo, y no querían que te dieras cuenta de que algo andaba mal, pero luego de que te dormías y antes de yo irme, siempre los escuchaba hablar de eso, ellos pensaban matarte la semana siguiente a la noche que desapareci, siempre que salían iban era a comprar y planificar las cosas hasta que esa noche que no apareci y les retrase los planes

Una lagrima bajo por mi mejilla en ese momento, podía sentir ese dolor en mi pecho, que unas personas a las que yo quería, quiero, fueran así.

Thomas tus padres pueden entrar y hablar contigo, a ellos puedes contarles─ Negué con la cabeza nuevamente. No tenía ganas de verlos, eran unos extraños para mi, a los que no quería cerca.

Cuando tuve 16, Lucille y yo tuvimos una gran pelea, quizás mi rebeldía de adolescente había llegado tarde, quería salir, tomar aire fresco, conocer a otras personas, ver otras caras que no fuera la de ella. La mia ya habia cambiado y nadie me reconocería, ella me seguía explicando porque no podía salir; para ese entonces ya era más alto que ella, y ciertamente también más fuerte, desde que tenía 15 ocupaba las tardes que tenía libres, en hacer ejercicio dentro de la que aún era mi habitación, decorada todavía con tapices para niños y con los mismos juguetes de mis 9 años en el piso.

NECESITO SALIR─ grité en un tono más fuerte del que nunca le había hablado, golpeando la pared detrás de ella. Se exalto y vi en sus ojos lágrimas, nunca la había visto llorar, y vi miedo. ─Lo siento, no era mi intención─ retrocedí un poco.

Ella me miro a los ojos, y me beso.

El policía colocó ahora unas fotos de unos cuerpos en una muy avanzada descomposición, llenos de gusanos y con la mayoría de los huesos al descubierto.

Estos son los otros dos chicos que te mostré anteriormente, estaban en dos habitaciones de la casa donde ella te retenía

No me retenía, yo queria estar alli, si salía iba a volver a esa misma casa. Detalle las imágenes, pero seguía sin poder asociar a MI Lucille con esos actos atroces, las asociaba más bien a sus padres, a ellos si los creía capaz.

Habían pasado la noche juntos, todo habia pasado muy rapido luego de ese beso, y poco a poco lo que sentía por ella crecía, quizás era algo que ya estaba en mi desde que era un niño, quizás por eso me sentía tan cómodo en sus brazos, pero no era hasta esa edad que todo podía pasar como algo lógico en la vida.

Nunca me dejes─ Susurro
Nunca lo haré

Ese mismo dia, el patio y la entrada se abrieron para mi. Estábamos en un granja con solamente campos verdes alrededor, sonreí, sintiendo el sol en mi rostro. Ella tambien sonrio complacida.

No voy a lograr nada contigo ahorita. Iré a buscar a tu mama─ Dijo el policía saliendo de la habitación gris de aquella estación policial.

3 días antes. Estaba solo en el granero de la granja, alimentando a las gallinas cuando un equipo armado entró a la fuerza y me sacaron de allí, llevándome hasta la estación. Me contaron que Lucille había cometido otro secuestro luego del mío y que era una mujer buscada en todo el país. Que la habían atrapado justo cuando se había ido el dia anterior y habían logrado seguir sus pasos hasta la propiedad donde tenía al otro chico, propiedad justo al lado. También me dijeron que cuando me investigaron, notaron que era un caso de secuestro de hacía 10 años atrás.

Su madre entró, llorando y me abrazó sin yo responder a ese abrazo.

Hijo tienes que decirles todo, las torturas, los malos tratos para que puedan condenar a esa mujer. Eres el único vivo de los 4 chicos a los que le hizo lo mismo─ Ahora también habían mocos salieron de su nariz.

Pues lo único que puedo decir. Es que la amo y que nunca la dejare


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Que historia tan interesante, es increíble como una persona puede confundir a un niño con tanta facilidad al grado de no querer a sus padres pero si a la persona que lo mantuvo cautivo durante 10 años, me encantó esta historia.

Muchas gracias por leer y si, fue un verdero reto porque es la primera vez que escribia sobre algo real que pasa en muchos lugares, dejando la ficcion y lo fantastico de lado

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