Show us your talent contest | San Valentín. Escrito por @tenshitoba7

     Si las circunstancias son las correctas, un día de San Valentín es capaz de cambiarle la vida a cualquier personal. En el país del sol naciente, a pesar de que este día no forma parte de sus costumbres originales, llegaron a tomarse muy en serio el hecho de obsequiar chocolates a la persona especial.

     Un joven extranjero había recibido un chocolate muy elaborado por la persona que le gustaba al terminar de trabajar, debido a las circunstancias, probablemente su vida cambiaría a partir de aquel día cuando reinaban sentimientos románticos en la sociedad.

     Kamon, un joven tailandés de veintiséis llevaba viviendo en Japón cuatro años. Después de haber terminado los estudios en dicho país, empezó a trabajar en una empresa en Shibuya, Tokio. Con el tiempo se hizo muy cercano a Kenjiro, uno de los trabajadores del lugar; conoció a Mako, que también trabajaba allí y a Yoshino, que se unió a la empresa dos años después. Sofía, una española que había estudiado con el muchacho tailandés, terminó en la misma empresa, por lo que ellos eran los que se tenían más confianza, ya que eran amigos cercanos desde la universidad.

     Kamon caminaba feliz con una cajita de chocolates rumbo al karaoke con sus compañeros de trabajo.

     -Míralo, está todo empalagoso –le susurra Sofía a Kenjiro después de ver la sonrisa de Kamon.

     Kenjiro ríe un poco -. Puedes dejarlo, recibió un Honmei-choco después de todo.

     -¿¡Eh!? -Sofía se exalta.

     -¿Pasa algo? –Mako voltea.

     -Uhm… nada. Ya estamos cerca, ¿no? –responde Sofía.

     -Sí, es por aquí doblando la esquina.

     El grupo llega y entra a una habitación de karaoke convencional que habían alquilado. La sala es algo pequeña, cuenta con una mesa en el centro, un teléfono fijo, un televisor en la pared y muebles alrededor para sentarse. En la mesa había: una carpeta que contenía el menú de comida que ofrecían, micrófonos y el control remoto, el cual servía para seleccionar la canción preferida.

     -Kamon, ¿puedes dejarme ver los chocolates? –dice Sofía.

     -¿Mm? Adelante –dice él antes de ofrecerle la caja.

     Ella toma la caja, la abre y ve los chocolates dentro de manera ansiosa -. Vaya… se ven más elaborados que los míos.

     -Si gustas, puedes tomar uno.

     -Kamon… no deberías regalar los chocolates de Yoshino así -se queja Mako.

     -¿Eh?, ¿está mal? –pregunta Kamon, añade con lenguas de señas dirigiéndose a Yoshino -. (¿Puedo dejar que Sofía pruebe los chocolates que me regalaste?)

     -(¡Adelante! No tengo problema) –dice Yoshino, quien estaba mandando mensajes en su móvil sin prestar atención a la conversación.

     -¿Ves? –dice Kamon.

     Kenjiro se ríe un poco, Mako voltea hacia él causando el desvío de su mirada.

     -La excelente distribución de los ingredientes que usaste más el tiempo requerido que exige el proceso de mezcla de éstos le dan el toque. Deliciosos, Yoshino –dice Sofía luego de suspirar.

     -Ella dice gracias –traduce Kenjiro después de ver las señas de Yoshino.

     Kamon levanta el micrófono -. ¿Quién cantará primero?

     -(Te dedico ésta, Yoshino) –dice Kenjiro en L.S. antes de tomar el micrófono y elegir la canción con el control remoto que estaba en la mesa alrededor de los muebles donde estaban sentados.

     -(¡Qué emoción!)

     -Ordenaré bebidas –Mako levanta el teléfono fijo.

     -Me gustaría que añadieras a la orden, helado de vainilla achocolatado –dice Sofía.

     -No te olvides del sake –añade Kenjiro.

     -Eso lo ordenaremos después.

     Al cabo de dos horas ya habían ordenado el sake, Kamon guardó la caja de chocolates en su maletín y se puso a cantar canciones románticas que conocía.

     -A ver… -Kenjiro mira el reloj -. Ya me tengo que ir.

     -¿Irás de nuevo a visitar a tu hermano?

     -Sí, Akira aún sigue hospitalizado y se deprime si no voy a verlo.

     -Si vas a visitarlo ahora, llegarás tarde a tu casa… -dice Sofía al verificar la hora en su móvil, añade después de colocar el vaso que tenía sobre la mesa-. Considerando el día feriado de San Valentín, la hora actual y circunstancias personales, podría llevarte en mi auto.

     -Me ayudarías mucho.

     -¡Entonces, procedamos! –Sofía, quien estaba en el asiento más alejado de la puerta, se levanta y camina hacia ella.

     Ambos se despiden y abandonan la sala.

     -Vaya, ¿me debería ir también? –dice Mako.

     -¿Cantarás ésta?

     -Sí, ¿nos vamos después?

     -No es mala idea.

     -(Kamon, ¿puedes ordenar un poco de comida? Ya es de noche, por lo que no estaría mal cenar de una vez.)

     -Tienes razón… Mako, ¿quieres cenar aquí?

     -Suena bien, ¿ordenarán algo?

     -Sí, aún no nos decidimos –dice Kamon mientras sostiene la carpeta que contiene el menú.

     -Ordena pizza por mí –dice antes de que la canción comience.

     Posterior a la cena, salen del lugar para unirse a la muchedumbre en las calles.

     Mako habla después de aproximadamente cinco minutos caminando –Tórtolos, yo me quedo aquí.

     Él recibe un codazo de Yoshino, quien tenía un leve rubor.

     -Oye… pero ¿no vivías más lejos?

     -Mi familia me pidió que pasara la noche con ellos –dice a la vez que saca su teléfono, añade mientras le muestra una foto a Kamon -. Hasta prepararon lo que me gusta… mira.

     -¿Otra pizza? Bueno, ésta está más surtida, amigo. Entonces, ¿nos separamos aquí?

     -Sí, cuídense –dice mientras guarda el móvil -. Gracias por el chocolate, Yoshino.

     Yoshino hace señales y luego se despide con la mano.

     -Dijo que fue un gusto hacerlo –traduce Kamon.

     -Gracias de nuevo –dice a la vez que hace una reverencia, añade cuando se percata del bus llegando a la parada -. Bueno, nos vemos mañana.

     Kamon y Yoshino continúan hasta llegar a la estación del metro. Mako, quien se había quedado mirando a Kamon con repulsión mientras los demás pasajeros subían al vehículo, pensó -. “Maldito extranjero… como si fuera a permitirte que te quedaras con Yoshino.”

     -Uhm… llegará en cuatro minutos.

     Ya en la estación, Kamon ve su teléfono y chequea la hora mientras que Yoshino come un helado que compró en el camino. Ella le toca un brazo a Kamon para llamar su atención.

     -¿Uhm?, ¿pasa algo?

     -(Cuando te di el chocolate, no esperé que Mako estuviera viendo a escondidas, ¡me sorprendí mucho!)

     Kamon se ríe despreocupadamente -. (¡Ni yo! Kenjiro llegó luego y empezó a felicitarme.)

     -(Estaré esperando ansiosa el Día Blanco) –dice con L.S. antes de poner una cara seductora.

     -(Te sorprenderé.)

     -(Ya veremos. ¿Quieres un poco de helado?)

     -(Gracias.)

     Al cabo del poco rato llega el metro, los dos lo abordan y se sientan.

     -Yoshino –llama Kamon, añade cuando capta su atención -. Sofía le quería dar un Honmei-choco a Kenjiro.

     Yoshino muestra una expresión de sorpresa colocando sus manos como si ocultara su boca y sus cejas levantadas, luego hace señales -. (¡No me comentó nada! ¿Y lo hizo?)

     -“Uhm… parece que sólo lo habló conmigo, puesto que compartí estudios con ella y llevo más tiempo conociéndola que todos…” –piensa Kamon al ver la expresión de Yoshino, quien compartía más con Sofía durante el trabajo -. (Tuvo la oportunidad perfecta al ofrecerle el aventón al hospital, creo que sí se lo entregó.)

     -(Oye… pero Kenjiro tiene novia, ¿eso no lo sabe Sofía?)

     Kamon se percata de la situación -. Wow, no sabía…

     -(La pobre será rechazada.) –dice Yoshino después de suspirar.

     -Ugh…

     -(¿Te sientes mal?)

     -Su relación se volverá incómoda… me siento mal por ella.

     -(¿Y si la llamas?)

     -¿Debería?

     -(Bueno, eres su amigo… y ella no me ha comentado nada a mí.)

     Anuncia la parada en una estación, Yoshino reacciona y se levanta -. (Aquí me quedo, ¡nos vemos mañana!)

     -Yoshino.

     Las puertas del metro comienzan a abrirse.

     -(Te amo) –dice Kamon después de que ella volteara a verlo, quien le corresponde haciendo la misma señal con una leve sonrisa para luego irse.

     El metro vuelve a avanzar después de que algunas personas entraran.

     Kamon finalmente llega a su estación y sale de ésta.

     -“Uhm… tomaré un pequeño desvío para comprar algo de comestibles y luego continuar a casa.”

     -¡AAHH! –grita alguien detrás de él aproximadamente a unos dos metros, llama la atención de los peatones cercanos.

     Kamon se vuelve hacia el origen del sonido rápidamente. Una señora de contextura gruesa y con mucha joyería encima se le acerca.

     Se oyen susurros de unas pocas personas alrededor que se quedaron a ver.

     -No duermas esta noche en tu casa, chico.

     -¿Disculpe?

     -¡No vayas a dormir en tu casa! –dice antes de retirarse caminando.

     La gente se dispersa luego de que dejaran de hablar a la vez que Kamon sigue su camino. Después de comprar algunos comestibles, finalmente llega a su casa.

     -Qué susto… -dice Kamon para sí mismo antes de colocar la bolsa sobre la mesa y organizar los productos.

     El joven tailandés veía televisión cuando se sintió somnoliento -. “¿Debería dormir ya?”

     Él le marca a su amiga Sofía antes de pensar en irse a la cama.

     -¿Aló? Sofía al habla.

     -Sofía, ¿ya pensabas dormir?

     -No, me quedaré viendo películas hasta media noche.

     -¿Uh? Bueno… ahm… oye, sé que no me incumbe, pero… ¿le entregaste los chocolates a Kenjiro cuando le dabas el aventón?

     Hay silencio por unos segundos.

     -Kamon.

     -¿Sí?

     -Hablamos mañana –Sofía dice esto antes de colgar el teléfono.

     -Uhm... parece que no le fue muy bien.

     Al momento de acercarse a su cama para dormir, el recuerdo del encuentro con aquella señora invade su cabeza repentinamente, malos pensamientos y sentimientos de angustia invaden su mente.

     -Yo… ¿de verdad debería dormir aquí? –dice para sí mismo, piensa -. “¿Qué está pasando conmigo? Normalmente no hago caso a estas cosas, pero todo va tan bien con Yoshino, que no quiero correr ningún riesgo” ¡Ahora no puede pasar nada malo! –Kamon golpea la puerta -. Puede que esté demente, pero hoy dormiré en algún hotel cerca.

     Rápidamente se pone su abrigo, recoge algo de dinero y se dirige a la salida de su casa, repentinamente oye la puerta abriéndiose, lo que paraliza de miedo al joven.

     -“¿¡Quién mierda será a esta hora!? ¿¡Y cómo pudo abrir la puerta sin forzarla!?”

     -Eh… ¿Kamon? –es perceptible la voz de alguien.

     Kamon casi cae sobre sus piernas del alivio que sintió -. Kenjiro…

     -¿Eh? ¿Pasó algo? –dice Kenjiro con tono preocupado.

     -No, no, no… Me has dado un susto.

     -¿Por qué?

     -Es algo complicado, una señora extraña me dijo que no durmiera hoy en mi casa. Estoy algo asustado por eso.

     -Eso es extraño.

     -¿Y qué haces aquí? Pensé que estarías con tu familia.

     Kenjiro muestra una expresión afligida cuando Kamon dice esto, parece haber recordado la razón por la que había llegado a la casa.

     -Mi novia me dejó. Estoy jodidamente deprimido y tú dijiste que podría venir en casos… como éste.

     -Oh…

     Durante aproximadamente cinco horas, Kenjiro bebió sake hasta emborracharse mientras contaba lo descarada que había sido su novia al mostrarle sin ningún sentimiento de culpa su infidelidad con un tipo más grande que él. Kamon no hizo más que consolarlo y beber junto a él casi toda la noche. Cuando Kenjiro estaba profundamente dormido echado en la cama de la habitación para invitados, Kamon sólo pensaba en descansar debido a su extremo agotamiento, por lo que se echó en su cama y se durmió en unos segundos.

     Kamon abre sus ojos, logra ver a la señora que se encontró antes de llegar a su casa.

     -¡Te dije que no durmieras en tu casa, niño estúpido! –dice ella mientras se muestra afligida.

     El joven intenta responderle, sin embargo, se percata de que sólo conserva el sentido de la vista y nada más. No estaba en su cama, veía a la señora desde un ángulo superior como si flotara, como si la viera desde abajo en una casa donde él nunca había estado antes. Parpadea para ver unas manos entregarles dinero a otras con guantes de cuero teñido de negro.

     Parpadea nuevamente para enfocar a un hombre con guantes, quien había recibido el dinero. Éste se monta en un auto y comienza a conducir por calles que Kamon reconocía. Después de un largo rato, detiene el auto, baja y camina por unos minutos para encontrarse con la casa de Kamon.

     -“¿¡Qué!? ¡No me digas que…!” –Kamon intenta recobrar los sentidos y moverse con todas sus fuerzas.

     El sospechoso hombre entra a la casa después de haber sacado un alambre y forzar la puerta por unos segundos. Camina con pasos silenciosos, pero rápidos y abre la puerta donde Kenjiro dormía, lo ve por unos segundos.

     -“¿¡Kenjiro!?”

     Cierra la puerta, por lo que Kamon se siente aliviado, pero busca con la mirada la otra puerta a la vista, donde estaba Kamon.

     -“¿Eh? No me digas que…”

     El hombre abre la puerta y ve a Kamon, saca una fotografía, la ve por unos segundos para luego guardarla y acercarse al joven.

     Al otro día, Kenjiro encontró el cadáver de Kamon en su cama. Cuando Yoshino se enteró, cayó en una profunda depresión, a pesar de las intervenciones y visitas de sus compañeros y familiares, ella terminó suicidándose al cabo de dos meses después de la muerte de Kamon. Sofía y Kenjiro terminaron juntos con el pasar del tiempo.

     Era nuevamente San Valentín después de dos años de la muerte de Kamon. Sofía y Kenjiro estaban frente a la lápida de Kamon acomodando parte de las flores que habían traído; Mako, quien ya había visto la de Kamon, estaba un poco lejos de la pareja colocando flores sobre la de Yoshino. Luego de unos minutos Sofía y Kenjiro también colocan flores sobre la lápida de Yoshino.

     El trío salió del cementerio y conversaban. Después de unos minutos, Mako se despidió de la pareja, puesto que sus caminos se separaban allí.

     -¡Tú! ¡Maldito infeliz traicionero! ¡Te maldigo! –dijo una señora lejos del trío, sin embargo, no había mucha gente presente, por lo que era evidente que señalaba a Mako.

     -Mako, ¿la conoces? –pregunta Kenjiro.

     -Nunca la había visto antes –dice Mako con cara preocupada -. Será mejor que me vaya, adiós, chicos.

     Mako se separa de Sofía y Kenjiro para jamás ser visto por nadie, puesto que desapareció una semana después. La policía registró su casa, encontró su pasaporte y documentos de identidad en ella, por lo que no podían comprender qué había sucedido con él. Con el pasar del tiempo, el caso se cerró sin concluir en nada.

     -Si supiera dibujar, me hubiera gustado haber hecho ilustraciones anime describiendo las escenas, pero bueh… -dice Tenshi después de dar un largo suspiro, añade posterior a darle un sorbo a su té verde -. Ahí vamos, steemians. ¡Saludos! Si les ha gustado esta historia, pueden dar el amado upvote, que Sofía, Kenjiro y yo se los agradeceremos con reverencias.