Migraña
Se produce por orígenes diversos, una de las patologías más frecuentes a cualquier edad es el dolor de cabeza o cefalea. Su origen es muy variado.
Alcanza estar conexo con alteraciones de la llegada de sangre al cerebro y a la cabeza, como sucede cuando hay artrosis cervical, o espasmo mantenido de los músculos que protegen la cabeza. Por esta razón, reciben menos sangre y “gritan” con dolor.
Por lo general el ataque sigue un patrón dividido en dos fases muy claras, pero su duración puede ser variable de acuerdo con el tipo de migraña.
Etapa uno, llamada pre doloroso, dura entre cuatro minutos a una hora en la mayoría de los casos; en ella aparecen alteraciones de los sentidos, de la conducta o de la sensibilidad.
Etapa dos, fase hace su espectro el dolor típico, que puede durar de uno a tres días y que, a medida que ocurren las horas, invade toda la cabeza.
No existen fármacos muy efectivos para la supresión de este calvario, pero si una serie de medidas ó hábitos que además de disminuir las molestias, reducen la espectro de los ataques.
Tratar correctamente las lesiones del cuello, en particular las de los huesos y músculos (artrosis cervical, contracturas musculares, etc.) para no dificultar la llegada de la sangre a la cabeza.
Proporcionar al cuerpo un sueño reparador evitando el insomnio, bien por falta de horas, por uso de un colchón inadecuado, posturas incorrectas, almohadas demasiado blandas, cenas copiosas o exceso de estimulantes próximo de la cena (alcohol, tabaco, café).
Intentar reducir los estados de tensión y estrés provocados por la actividad laboral, o bien como derivación de contratiempos diversos. Para ello nada mejor que relajarse: sentarse en un lugar oscuro y libre de ruidos, en una silla con los brazos caídos o bien cerrar los ojos y respirar lenta y profundamente durante cinco o diez minutos.