Sé de donde vengo, se donde voy, por eso sé donde estoy no me avergüenza lo que soy, sé cual es mi lugar y donde pertenezco, lo que no me corresponde y lo que merezco. Soy sangre de mí sangre y soy mis costumbres, soy mis hábitos y códigos y mis incertidumbres , soy mis decisiones y elecciones, soy mis acciones solo y en la muchedumbre, soy mis creencias y mis carencias, soy mi materia y mi esencia, soy mi presencia y mi ausencia mi consciencia y mi apariencia, soy mi procedencia, soy mi herencia y mi experiencia, Soy mi pasado y vigencia. Y esta vivencia es la referencia que con otros me une y me diferencia. Por eso no pido que mi camino desande. Seguiré erizando aunque me desbande. Que mi voz rebote contra los Andes. Que yo no soy el hijo de Hernández.
Excelente clásico