¿Y si mueres ahora?
Es curioso cómo siendo la muerte lo más trascendental de la vida, nos la pasamos todo el tiempo ignorándola. ¿Y si mueres ahora? Pregúntate si lo que estas haciendo ahora te hace realmente feliz, tanto como para poder morir en este instante en paz sin ningún tipo de dolor por dejar atrás este mundo.
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Aquellos que ven a la muerte como el fin de todo lo que conocen no están equivocados, pero esa no es toda la verdad. A la muerte hay que enfrentarla todos los días, hay que pensar en ella en cada momento, porque tan solo teniendo a la muerte presente nos hacemos conscientes de la vida.
Ponte en esa situación en la que ya no estás y verás como comienzan a surgir algunas inquietudes. Por no pensar en la muerte, creemos que vamos a vivir la vida como si no fuéramos a morir. Como si nuestra experiencia aquí fuera eterna, no lo es. Lo eterno está más allá de lo material.
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¿Cómo nos cambiaría la actitud al habernos enfrentado a una experiencia cercana a la muerte física o tenido una experiencia de muerte del ego? ¿Y si estamos muriendo a cada segundo desde que nacemos? Estamos destinados a morir, y sin embargo muchos malgastan su tiempo sin hacer lo que realmente les gustaría hacer. O también dicen que no hay tiempo. Una llamada a un buen amigo para saber cómo está, un paseo, ir al cine, saltar en paracaídas... Todo esto no requiere de tiempo, más bien de voluntad. Por eso es tan importante la motivación. Con la motivación suficiente podemos hacer todo lo que nos propongamos.
Muere a cada instante para poder "ver entre líneas" y unirte a la existencia misma. La vida y la muerte son ciclos naturales, solo acéptalos y trasciende esos conceptos, luego y solo luego serás consciente del significado de la existencia. Imagínate vivir una vida con total paz y armonía a cada segundo, ¿difícil?. No lo es, lo realmente difícil es eliminar el apego a este mundo. Matar el ego y sus múltiples máscaras. Es el ego el que tiene miedo a morir, porque sabe que puede morir. Pero hay una parte dentro de ti llamada Espíritu que no puede morir pues no pertenece al tiempo.
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¿Sabéis que hacen las personas que le temen a la muerte?. Simplemente la ignoran suponiendo que así no llegará, cuando realmente están preocupados por no saber cuando sucederá. El temer a la muerte e ignorarla hace que vivamos la vida sin pasión, sin locura, sin humor y sin llegar a trascender nunca las experiencias, pues estamos atascados en uno de los miedos más antiguos que existen: EL MIEDO A LA MUERTE.
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Por eso muere, desaparece o piérdete. Reinicia tu experiencia y encuéntrate de nuevo. Vuelve a tu SER original, aquél niño inocente pero más sabio gracias a las experiencias vividas. Entra en tu inconsciente, conócete a ti y a tus miedos, afróntalos todos, véncelos y después, cuando hayas muerto y hayas vuelto, la vida habrá cambiado de sentido para ti.
Para saber vivir, primero hay que morir. Muere un poquito cada día. Dile adiós a eso que más te gusta hacer y piensa que ya no lo harás más (solo piensa), piensa que no verás más a tus seres queridos, piensa que mañana puede que no te levantes, pero tampoco te obsesiones. Recuerda que atraemos aquello que somos, si vives pensando en la muerte constantemente estarás muriendo poco a poco. Muere para aprender a vivir valorando lo que es importante para el espíritu.