Tipos psicológicos de Carl Jung - Extraversión e Introversión

Cada persona refleja la realidad de una manera única y peculiar. En diferentes personas, la conciencia funciona de manera diferente, pero entre las muchas diferencias individuales en la psicología humana también hay características típicas. Algunas personas dirigen su atención a objetos y personas del entorno exterior, otros a su propio mundo interior aislado. Los primeros prefieren las compañías ruidosas y alegres, los diversos contactos, la comunicación con gente nueva y las otras noches pacíficas y tranquilas que se pasan en casa con un libro en la mano o música relajante. Estos dos extremos de carácter han atraído a científicos desde el siglo XVII. En su trabajo se refieren a un extremo para convertir los pensamientos en objetos externos y el otro a convertir los pensamientos en lo interno en la psique, el alma o la realidad espiritual. Por lo tanto, surgen los conceptos de xtraversión e introversión. Concentrar la atención de los psicólogos en este tema contribuye en gran medida a Jung, que reduce las orientaciones a dos tipos de actitudes biológicas que subyacen a su teoría de los tipos psicológicos.

Según Jung, los tipos de actitud se distinguen por su enfoque específico en el objeto o más precisamente el movimiento libidinal. La actitud del introvertido hacia el objeto es rechazadora, en esencia siempre se enfrenta con el problema de cómo la libido puede separarse del objeto, como si cualquier intento de superioridad por parte del objeto tuviera que frustrarse continuamente. La extra-fe, por el contrario, mantiene una actitud positiva definida hacia el objeto. Asume su importancia a tal punto que su actitud subjetiva está permanentemente orientada y relacionada con el objeto ... Por lo tanto, la extraversión se dirige al interés en los objetos del entorno, es decir. en un estado de extraversión uno actúa, piensa, siente, percibe, experimenta con el sujeto. Una persona con una actitud similar tiende a reaccionar de manera inmediata y directa a la estimulación externa. La introversión, respectivamente, es la retirada del interés del objeto y su orientación al sujeto (a la experiencia consciente personal de la persona). En un estado introvertido, las percepciones, los pensamientos, las acciones, los sentimientos, las experiencias están determinados por factores subjetivos. Aquí, el individuo responde con reacciones más tardías y actúa sobre la base de consideraciones subjetivas después de la estimulación externa. La contradicción de los tipos como fenómeno psicológico universal tiene una base biológica. Las actitudes típicas son procesos adaptativos, como un ejemplo del cual Jung señala las peculiaridades de la extraversión que se distribuye constantemente al entorno y la Introversión, que constantemente busca defenderse de las demandas externas. La introversión del individuo: la extraversión se dirige naturalmente hacia la realidad circundante, hacia los objetos, ya sean de naturaleza específica o abstracta y sin importar a qué canales hayan llegado. La persona introvertida se centra en su vida interior, sus reacciones internas y todo lo que experimenta y sucede dentro de él, es decir, una dirección está marcada por una positiva y la otra por una actitud negativa hacia el objeto. Ambas actitudes determinan la propensión de una determinada reacción a los objetos del mundo externo e interno, que determina el modo de acción, el tipo de experiencia subjetiva e incluso el modo de compensación del inconsciente. Para aclarar las peculiaridades y diferencias de las dos orientaciones individuales, es necesario diferenciarlas y considerarlas por separado.

Extraversión
Cuando la orientación hacia los objetos y los hechos objetivos es tan dominante que las decisiones y acciones más importantes están determinadas por relaciones objetivas, la actitud se extrapola, y si es sostenible y duradera es un tipo de extraversión, cuando una persona vive de acuerdo con las condiciones objetivas y sus demandas él es un extrovertido. En su conciencia, el papel del factor determinante juega un valor objetivo. Su interés y atención siguen los eventos objetivos, sus acciones se rigen por la influencia de las personas y las cosas que están relacionadas con datos y limitaciones objetivos. Las personas con una actitud de extraversión predominante interactúan activamente con el medio ambiente. La intensidad de sus contactos crea las condiciones para la máxima objetividad. Tienen una buena función de reproducción, se ocupan de conceptos precisos. Tienen una capacidad de sintetización analítica enfatizada, reflejan con precisión las leyes y son capaces de mover sus pensamientos inductivamente desde lo concreto a lo común. Todas las características mencionadas representan una adaptación perfecta a las condiciones objetivas. Morales, que maneja las acciones de la personalidad, está de acuerdo con los requisitos de la sociedad. Si el concepto moral aceptado cambia, entonces la línea subjetiva que está conduciendo, también sin alterar los rasgos psicológicos del carácter. La adaptación absoluta a circunstancias objetivas debe significar una adherencia ideal, pero los hechos objetivos también pueden ser anormales. El límite normal de introscibilidad es simple ajuste. El programa extracurricular busca cumplir con oportunidades objetivas al tratar con cosas que ofrecen perspectivas futuras. Intenta hacer lo que el medio ambiente le exige y se abstiene de iniciar. Por otro lado, el desarrollo normal de la orientación extrovertida también depende de si el individuo observa sus necesidades y necesidades subjetivas.

Tal actitud última de conciencia puede ser tan absorbida en el sujeto que el sujeto es totalmente descuidado, y esto resulta en una actitud compensatoria del factor subjetivo e inconsciente. En este aspecto, la actitud de inconsciencia, además de la actitud consciente del tipo de extraversión, tiene un carácter intracorporal pronunciado. Centra la libido en todas las necesidades y deseos que han sido reprimidos por la actitud de conciencia excesivamente extraversiva. Claramente, la orientación objetiva ejerce presión sobre los sentimientos, intenciones y deseos subjetivos. La adaptación y la fusión con la realidad objetiva detienen los impulsos "inadecuados" e impiden que lleguen a la conciencia. El factor subjetivo adquiere un carácter regresivo, i. las características más infantiles, arcaicas y egoístas del personaje tienen los mejores extrovertidos. Un rasgo característico de las tendencias inconscientes es que cuanto más se ven privadas de su energía por falta de reconocimiento consciente, más adquieren un carácter destructivo y, en consecuencia, su función compensadora desaparece. La actitud compensatoria del inconsciente encuentra expresión en un proceso particular de equilibrio mental, porque la actitud de extraversión normal no significa que el individuo siempre respete el esquema extracurricular. Es posible observar fenómenos psicológicos con mecanismos intravesicales en la misma persona.

Introversión
La definición más simple que se le puede dar al concepto de intra-fe es dirigir el interés dentro de uno mismo. El sujeto de la introversión tiende a no interesarse por el mundo exterior que lo rodea, sino a encontrar satisfacción en su interior. El tipo Intravertido se rige por factores subjetivos. Establece las vistas subjetivas entre percibir el objeto y su efecto impidiendo que acepte un carácter correspondiente a una situación objetiva. Los determinantes decisivos que la introversión elige son subjetivos. Está guiado por factores de percepción y conocimiento que representan una disposición subjetiva hacia los estímulos sensoriales. Cuando el sujeto impone una desviación del objeto, el introvertido está activo, y si no puede volver a él, es pasivo.

Las diferencias entre la Introversión y el tipo de extraversión además del factor subjetivo y la receptividad orgánica también consisten en el tipo y la extensión de la asimilación mental de la imagen percibida, Intravert solo confía en la impresión que el sujeto crea en el sujeto, y la extraversión, respectivamente, de lo que el sujeto crea en el sujeto. Jung enfatiza que la actitud introvertida está gobernada por una estructura psicológica determinada teóricamente por la herencia. Para el sujeto, siempre es un factor constantemente subjetivo. Aquí Jung se refiere a la Personalidad Entera. Según él, una tendencia constante característica del Intravert es "mezclar su Ser con la Personalidad Entera y elevar al Ser en rango a un sujeto del proceso psicológico, causando así" una subjetivización dolorosa de la conciencia que la aleja mucho de la objeto. El individuo individual es parte de algo universalmente disponible en todos los seres vivos. Un proceso psicológico está incrustado en cada ser, el modo de acción innato se llama instinto, y Jung sugiere que la forma en que la percepción psíquica debe ser llamada por el término arquetipo. Es una fórmula simbólica que comienza a funcionar cuando las ideas sensatas comienzan a faltar, o cuando las que están presentes son inaplicables interna o externamente. Por lo general, el individuo los considera como determinados por el sujeto, pero su fuente se encuentra en la estructura inconsciente de la psique. Por el impacto del sitio, simplemente se lanzan. Estas tendencias e ideas subjetivas son más fuertes que el impacto objetivo. Son de mayor valor y, por lo tanto, se colocan por encima de todas las impresiones. Esta es la razón por la cual la Introversión es incomprensible de cómo el objeto siempre puede jugar un papel decisivo. Tampoco está claro acerca de la extraversión cómo un punto de vista subjetivo puede estar más alto que la situación objetiva.

En cuanto a la actitud del inconsciente, la introversión también desarrolla una relación de compensación, pero en forma de refuerzo inconsciente bajo la influencia del objeto. Por naturaleza, el individuo orientado hacia la introversión es un ser subjetivo. En cada situación o comportamiento, él distingue dos lados: uno es la influencia del mundo sobre él, las demandas de los demás, y la otra realidad se rompe a través del prisma de sus propios ojos. Sin embargo, esto no significa que el introvertido viva en un mundo propio. Para él, la realidad es la fuente de experiencias subjetivas significativas. No puede adaptarse a lo desconocido porque no encaja en la imagen del entorno tranquilo de su vida. Para evitar la tensión, prefiere cerrarse a sí mismo.