Un día, estaba muy aburrida en mi casa, sin nada que hacer, y totalmente sola. Decidí escribirle a una amiga para ver que planes tenía, era JUEVES, cómo podría tener planes un día de semana? Luego de esperar hora y media su respuesta, llegó finalmente su mensaje: "Hola ami, bueno tengo una reu un poco aburrida de mi novio, que va a celebrar que se gradúo." No tenía una mejor opción asi que decidí aceptar acompañarla.

Llegamos al lugar, y no había muchas personas, todos hombres, por lo cuál me sentí un poco incomoda y fuera de lugar. Saludé y me presente ante todos de una manera muy cortéz y amable, sonreía como si estaba en el mejor lugar del mundo; sin embargo me decía en mi mente: "Que hago yo aquí?".

Tenía muchisima hambre, y lo primero que vi fue a un hombre, alto y delgado, comiéndose una hamburguesa, y de manera muy inesperada le dije: Oye, me das? a lo que el respondió: claro.

Ese día no tenía intenciones de conocer a alguien, muchos menos imaginé que ese simple gesto sería el inicio de una historia de amor.

Continúe como si nada, platiqué con las demás personas, jugué dominó, hasta que se hizo tarde. Entre todos decidimos ver una película, la cuál hasta el día de hoy no me gusta, y me senté al lado de este personaje, sin ningún interés en particular, tenía frío y se ofreció a prestarme su suéter. Empezamos a hablar y en un parpadear de ojos, nos besamos.

En la mañana, entre apuros, tuve que irme. Cuando bajaba por el ascensor recordé que aún traía puesto su suéter, pensé en volver, pero era tarde y estaba apurada. Por lo que decidí decirle a su amigo: Ey, le puedes decir que me escriba para mandarle su suéter. Nuevamente sin ningún interés en particular.

No pasó un día cuando tenia un mensaje nuevo en mi teléfono. "Hola, es el chico de la reunión, mi amigo me dió tu numero." No me pidió el suéter pensé y respondí: Hola, te recuerdo, tengo tu suéter. Y fue ahí donde inesperadamente me invitó a salir.

Luego de muchos meses de salir, me paso lo que toda pareja odia, cuando la otra le declara su amor... Fue ese día, dónde a todo pulmón me dijo: "Te amo". Palabras hermosas, cuando son correspondidas. Me quede paralizada, no sabía que decir, entonces respondí: Te quiero. Te quiero? Si, te quiero. No podía decir algo que no sentía, lo lastimaría, pero tampoco podía no responder nada. Entonces muy dulcemente respondió: "No importa lo que tenga que esperar pero se que yo haré que algún día sientas esto por mi" Pasó mucho tiempo, hasta que porfin sentí que lo amaba, y muy alegre le dije: Ahora si te amo. Y no lo decía por todo lo que había hecho por mi, o por todo lo que habíamos vivido desde que lo conocí, sino porque entendí en ese momento que sería imposible alejarme de él, era lo que me hacia feliz, lo que me manteria alegre, mi razón para vivir.

Si me preguntarán hoy mismo, les diría que somos dos personas totalmente diferentes, con personalidades distintas y que no tengo idea de como dos personas encajaron de una manera tan mágica. Sólo sé que el destino me puso a la persona correcta y que me enamoré del hombre que cualquier mujer sueña con tener. No se que nos deparará el futuro, pero puedo ver una vida junto a él.