Nuevo concurso de escritores - Project Milkbox: El niño y la bestia.
¡Hola comunidad de Steemit! En ésta oportunidad he querido compartirles mi participación en un concurso que está promocionando el equipo de @milkbox.info. Sin duda un equipo que tiene grandes metas propuestas, espero logren cumplirlas con éxito. Para más información sobre éste concurso pueden ingresar aquí.
¡Espero sea de su agrado!
La noche era oscura,
La consoladora luna ni se atrevía a dar luz,
Las estrellas se habían perdido en la infinidad del cosmos,
Tan solo quedaban las nubes, penumbras de la noche.
El camino era desconocido, y sonidos en medio de la oscuridad,
Acompasaban los pasos del pequeño niño,
Él no sabía porque estaba allí,
Tan solo caminaba gritando desesperadamente.
¡Papá! ¡¿Dónde estoy?! ¡Mami, ven a buscarme!
Sentía que lloraría en cualquier momento,
Y cansado de caminar detuvo su andar,
Miró a su pequeño conejo de felpa,
Aquel que había estado cargado entre sus brazos todo el tiempo.
No temas, Spike. Papá dice que no hay que llorar porque somos hombrecitos fuertes, y los hombrecitos no lloran.
Ambos continuaron su camino,
Pero el pequeño se detuvo en seco,
Tan solo fue una mirada
Hacia aquel profundo y denso bosque.
Entre las sombras, una bestia asechaba,
Aunque solo dos brillantes esferas
Eran suficiente para hacer palidecer al pequeño
De un enfermizo miedo que llenaba de adrenalina sus venas.
La bestia se acercó,
Lenta, con gracia, intimidante y poderosa.
Sus patas con garras fueron lo primero en verse,
Luego su hocico fue saliendo a la luz,
Junto a sus afilados dientes.
El pequeño estaba petrificado,
Ni siquiera su voz completamente salía,
Tan solo un pequeño titubeo
Que se incrementaba con el acercamiento de la bestia.
Y entonces gritó de horror.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
El niño corrió,
Desviándose de su camino,
Los arboles parecían tener rostros,
Tan tenebrosos como los animales que habitaban allí.
Sus pequeñas piernas se vieron mallugadas
Por todas las ramas que con rabia los arañaban.
Sus mejillas rojas por la carrera,
Se vieron sucias por el lodo que había en las hojas más bajas.
Se cayó por primera vez,
Y sus lágrimas resbalaron con fuerza,
Sus labios lanzaban suspiros agotados,
Pero por el miedo, entrecortados.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
La bestia se acercaba, lento, como si quisiera jugar.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?! ¡Tengo miedo!
Su conejo de felpa estaba lleno del lodo en el que habían caído,
Y de la manera más aterradora,
Parecía que una mueca triste se había formado en su rostro.
El pequeño se levantó y siguió corriendo.
Más ramas aruñaron sus piernas,
Y más hojas ensuciaron sus mejillas.
Siguió gritando, la garganta ya le dolía.
¡Prometo ser bueno! ¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Corrió y corrió, tanto como sus piernas le permitían.
Pero la bestia tan solo le pisaba los talones,
Y se relamía sus dientes ansiando la jugosa presa
Que ahora pretendía escapar de sus fauces.
¡Crack! De repente Spike ya no estaba,
Su amigo de felpa ya no se encontraba junto a él.
Tenía que devolverse, no podía dejarlo.
No podía abandonarlo.
Se devolvió y lo vió allí,
Colgado de una de las ramas,
Con rastros de lodo y algo de color carmesí.
Sangre. Su propia sangre.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?! ¡Sálvenme, se los suplico!
Con temor y temblor,
Tomo al pequeño Spike con sus manos,
Y tiró de él.
Pero se dio cuenta de algo.
Spike no estaba colgado de una rama,
Sino de dos filosos colmillos.
Las fauces de la bestia estaban a menos de un centímetro de su rostro.
El pequeño conejo cayó.
Y la bestia exhaló el aire.
Una fuerte tormenta comenzó a llorar sobre ellos,
Al tiempo que el niño volvía a correr.
La bestia, quien se divertía,
Lo dejó volver a escapar,
Pues pronto no tendría a donde más huir.
El niño corrió y corrió,
Pero ya estaba muy cansado.
Luchaba contra las ramas,
Pero éstas parecían retenerlo por más tiempo,
Las hojas parecías golpear con lentitud su rostro.
Hasta que las hojas se convirtieron en espinas,
Y las ramas en raíces altas y gruesas que lo hacían caer,
Una y otra vez.
Su barbilla sufría cada caída,
Pues sus brazos ya estaban cansados de apartar las ramas.
Sus mejillas ardían con fuerza,
Y sus pies parecían sangrar de tanto correr.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Pero al final del camino al se veía,
Parecía una zona más abierta, ¡Tal vez por fin la ayuda!
¡De seguro sus padres lo esperaban allí!,
¡Pronto, no había que hacerlos esperar!.
Y el niño siguió.
Pero ya la bestia se había cansado de jugar a cazar al ratón.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
La bestia esta vez no trotaba o caminaba con lentitud,
Corría con fuerza entre el bosque haciendo el camino más corto entre ambos.
Arrasaba con fuerza con todas las ramas,
Y las espinas no parecían otra cosa que el adorno de su pelaje.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
El pequeño niño ya no tenía tiempo ni energía,
La bestia se acercaba cada vez más.
Corría y corría.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Pero a ningún lado llegaría.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Tan solo al final del camino.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
O tal vez no, puesto que la bestia ya lo había atrapado.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
El niño no quería rendirse,
Muy a su pesar, la bestia lo derrumbó.
Sus garras se clavaron en sus hombros para mantener fija a su presa.
Y el pequeño gritó de dolor.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
La voz ya no salía.
Tan solo era un murmullo que el viento arrastraba.
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Y la bestia mostrando sus afilados dientes,
¡Mamá, papá! ¡¿Dónde están?!
Lo devoró.
Pero entonces,
Despertó.
Los hechos narrados en éste relato son meramente ficticios.
O tal vez no.
TAN TAN TAN TAAAAAN
Sinceramente me divertí mucho escribiendo éste post, jamás había escrito algo como ésto antes. Espero que los sentimientos hayan sido reflejados de manera exitosa.
¡Hasta pronto, nos leemos por ahí!
jajaja que cruel. Realmente las emociones fueron emitidas, créeme que ha sido una terrible pesadilla @josegrech. Excelente relato, viaje y sentí cada emoción, como siempre dando lo mejor en cada escrito. Felicidades.
Congratulations @josegrech! You received a personal award!
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