XVII
Es este nudo que se forma en mi garganta
el inmenso vacío que se extiende en mi pecho
es mirarme al espejo y poner mi cordura en entredicho
es el desespero por tu recuerdo que no se ahuyenta.
Es soñarte y despertar de madrugada
es esto de tener la vida destrozada
es contemplar como todas las puertas
en mi rostro son azotadas
y como sellas tu flamante victoria
con sonoras carcajadas.
Es llorarte en el tren, en el autobús,
no comer y bajar de peso
es amarte incondicionalmente,
aunque me uses;
y odiarme infinitamente por eso.
Es no salir del cuarto,
para que nadie se fije en mi semblante rojizo,
en mis ojos hinchados, en mis mejillas infladas…
en mi rostro empapado.
Es esto de morir a cada minuto,
porque en todos ellos te pienso;
y es justamente pensarte a cada minuto,
lo que causa este dolor inmenso.
En fin, es darse por vencido,
contemplar la voluntad mermada,
y los gritos desahuciados
por tener el alma enajenada.
espectacular amigo, me siento muy identificado con este poema, bastante romantico y apasionado.. a la vez lleno de tristeza y melancolia. todo lo que un buen poema de amor debe tener. follow para vos
Muchas Gracias por el comentario, me contenta que te gustara!