Campanas del Sur.
Trece campanadas, es la clara señal que el nuevo rey ha descendido desde los cielos, no existe temor alguno puesto que los mortales jamás comprenderían mi descenso, observa pues soy el alfa y el omega, seré el principio y el final, no me encontraras en la suave brisa de la mañana, mucho menos en el esplendor del sol, no pretendo ser un caballero al cual necesitas seguir, escucho fielmente tus plegarias y necesidades, pero no esperes un cambio donde no has fijado un comienzo, no es necesario la creación de templos en mi honor pues mi templo yace bajo el lecho de tus miedos e inseguridades, no necesito del oro ni mucho menos de la plata que los rodea, son simples metales, los cuales son explotados innecesariamente para demostrar tus lujos y las capacidades de tu ignorancia, besa la tierra que pisas pues pronto te será arrebatada, poseo muchos nombres, pero la pureza de tu alma rige tus acciones estúpidas y sin sentido, el odio que sientes se te fue inculcado desde la cuna, la creación perfecta nunca existirá, pues la perfección lleva al ego, las naciones que son brutalmente divididas por el mismo odio que creen es seguro son totalmente repudiadas ante mí, jamás cree ninguna tierra prometida, no poseo ningún pueblo santo, el conocimiento obtenido tras milenios de simple evolución no fue creado para la guerra, no creas en escrituras baratas forjadas por hombres tan mortales como lo son las hojas secas de los viejos robles que merecen respeto, no poseo ningún enemigo como no poseo ningún aliado, no crean en mandamientos forjados por los mismos hombres que les dicen lo que deben pensar, sentir o desear, bajo mi nombre no esperen el bien, como tampoco deberán esperar mal, crezcan en total hermandad desligadas de religiones suicidas, olviden totalmente los partidos políticos creados por los ricos y poderosos, luchen por los sueños que se plasmaron mientras conversaban con su fiel amiga la Luna, aquellos que sean proclamados santos antes los hombres también poseen un pequeño lugar ante la justicia verdadera, escupo la cara de aquellos que dicen ser mis seguidores, no castigaré a los que lo merecen, no dictare elogios a aquellos quienes hacen el bien a sus semejantes, pues todo ello entra dentro de la razón como seres humanos, la felicidad depende de tus acciones, la tristeza depende de tus fracasos, aprendes por tus derrotas, enseñas por la necesidad de un cambio, trece campanas sonaron entre las montañas situadas en el sur, fue la clara señal del nacimiento del nuevo rey del mundo, los continentes temen mi nombre, las naciones mis acciones, el mundo mis mandatos, judíos, cristianos, budistas, musulmanes, etc. Todos me toman por el enemigo, todos creen necesitar de algo más, observe como fueron creados, mientras fueron asesinados, mientras se destruían lentamente sin contemplación, fui creado para otorgar la luz entre sus débiles mentes, ahora antes de decidir tu destino deberás consultar que camino recorrer, tus pies te engañaran haciendo que tropiecen con granos de sal, tus sentidos serán robados, esta noche seré la bestia a la cual enseñaron a temer sin ningún problema, trece campanas fueron las que anunciaron mi llegada como el rey que siempre he sido, como siempre lo seré.