El jardín de las ironías
No negaré que el día que te vi pensé por qué esa niña se plancho el pelo si viene a una piscina a mojarse el cabello, la gente si es ridícula, pero el ridiculo era yo, la providencia te dio un cabello castaño de seda...
Pero que sin sentido es la vida la primera ves que te vi me lleno de fulgor y alegría ahora siento agonía.
Había cientos de probabilidades matemáticas para no vernos y en único error de cálculos se dio nuestro encuentro.
las eras del humano fueron fruto de civilizaciones con un sin fin de nombres y aún así coincidimos en la misma Patria.
Una desgracia y una pena para dos seres que jamás debieron conocerse y mucho menos quererse e ignorando todas las advertencias su amor brillo por todas las estrellas.
Un roce entre lo ilógico y lo sensato un destino abstracto que cuando se unieron sus caminos fue un hecho extraordinario, como la nieve besando el desierto, la aurora en la tierra, una luz en los abismos de la mar, algo sin igual, complejo y bello siempre explicado con un simple beso y al oído: un te quiero, una triste fantasía de dos seres que jamás debieron conocerse, un amor que jamás debió dar vida a este jardín de la ironía.
Quédate.
Reynier Llanes.