Madre
Madre, el día está por terminar
La luz suavemente se diluye
Arrojándome a la oscuridad
Que es casi todo lo que constituye,
Mi cansada humanidad.
Madre, arrastro los pies exhaustos
Aunque resta mucho por caminar
Mi amor no conoce descanso
Si es que, hasta ti puedo llegar.
Alce el vuelo buscando otros parajes
Buscando la utopía de la libertad
Entonces la halle carente, nostálgica y distante
Toda una farsa insuficiente si no estas.
Madre, procure presentarme como me enseñaste
Vestido de bien y de la mano con la verdad
Y así todas las mañanas pude recordarte
Hablándole al niño que luchaste por educar,
Sin miedo que pueda doblegarme
Y como siempre, sonriéndole a la adversidad,
Pero esta noche larga, solo quiero abrazarte
Aferrado a tu dulce amor maternal.
Madre bendíceme, porque vienen a buscarme
No sé si me permitan regresar
La maldad se extiende por el aire
Cazadores impregnados de odio e impunidad
Se propagan en multitud rabiosa e ignorante
Sedientos por la sombra de mi nacionalidad.
Madre, ya no somos libertadores, somos inmigrantes
Es el momento, es la última oportunidad,
Para elevar las palabras que se pronuncian tarde
Aquellas que siempre pensamos, ¡pueden esperar!
Madre, las piedras copiosamente caen
Madre, solo espero, me puedas perdonar.