A UN DESCONOCIDO
En esta tarde de oro, dulce, porque supongo que la vida es eterna, mientras desde los pinos las dulces flauta suenan de alados inquilinos, siento, desconocido, que en tu ser me prolongo.
Los encantados ojos en tu recuerdo pongo; Quien te acuño los rasgos en moldes aquilinos y un sol ardiente y fuerte te puso en los divinos cabellos que se ciñen al recio casco oblongo?
Quien eres tu, el que tiene en los ojos lejanos el brillo verdinegro de los muertos pantanos, en la boca un gran arco de cansancio altanero, y a mi pesar arrastras, colgante de tu espada como un manto purpureo o una roja guirnalda, por la ciudad del plata, mi corazón de acero?.
Los encantados ojos en tu recuerdo pongo; Quien te acuño los rasgos en moldes aquilinos y un sol ardiente y fuerte te puso en los divinos cabellos que se ciñen al recio casco oblongo?
Quien eres tu, el que tiene en los ojos lejanos el brillo verdinegro de los muertos pantanos, en la boca un gran arco de cansancio altanero, y a mi pesar arrastras, colgante de tu espada como un manto purpureo o una roja guirnalda, por la ciudad del plata, mi corazón de acero?.
ALFONSINA STORNI