Majestuosa señora que nos da tanta belleza.

Supongo que podría estar bastante enojado por lo que me esta pasando, pero cuesta seguir deprimido cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez y me siento muy raro. Mi corazón se hincha como una picada que mas inflada no puede estar... pero recuerdo que debo relajarme y no aferrarme demasiado a ella, y entonces fluye a través de mí como la lluvia y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida.
Este relato es escrito por mí, un joven, igual de insignificante como lo es el tiempo para el espacio, tan común como lo es su nombre (José) tan básico y solitario como somos todas las personas que están viviendo este bello e insignificante segundo, mi relato es para ti, inigualable señora que me diste la experiencia más enriquecedora, mi relato es para ti mi majestuosa señora que nos permites la vida sin tener que dar alguna ofrenda o riquezas, como te agradezco vieja y sabia señora aunque no tengas ninguna iglesia y arrodillados tu trabajo es perfecto, como cuando empezó a existir el tiempo, y mucho mejor cuando estés !Tu! Linda señora estemos en el fin de los tiempos.
Sin embargo ¿Cómo empezó mi admiración hacia ti? ¿Cómo pudiste lograr tanta belleza? Justo estaba parado yo, donde para cualquiera es uno de los lugares más inolvidables, frente a mis ojos estaba como lo serian para los músicos la mayor orquesta, una especie de sinfonía con sus notas tan agudas como de graves, de esa sinfonía agridulce tan ruidosamente hermosa que lograba sanar oídos, o si hablamos de la cinematografía, eres como de ese beso largo al final, y sentir que eres tu esa persona que tanto tiempo espero, si eres pintor podrás interpretarlo mejor, o es solo simplemente decirte a ti “ encontré por fin una respuesta de las tantas preguntas que tenia”! la lluvia larga y pesada , el lago demostrando su pacifismo y silencio, las montañas arropadas de frailejones sin pensar fronteras, las extrañas cascadas que se formaron gracias a la majestuosa lluvia de granizo, el viento que quemaba y te contaba sus historias, donde pisábamos estaba arropado en ese blanco tan pudoroso,solo es una de las miles de bellezas que me permitió ver la señora. Tuve la gran oportunidad de conocer y vivir con el descendiente de la primera persona en conquistar la difícil y respetada señora, el solitario Pedro peña, solo hay un momento que jamás voy a olvidar y ese es que haya sido la oportunidad de ver el mayor espectáculo, el buen solitario hombre con sonrisas me regalo la más bella vista. Siempre será mi duda saber si es la altura o el lugar pero a las 4:00 de la mañana el cielo por fin se despejo y con ello vi el cosmos por primera vez, no es solo las bellezas color blanco, hablo de un desfile de tamaños y colores, el cielo celebraba con tanto entusiasmo que me hizo sentir como si por solo un momento no estuvieras en el pequeñito pedacito de piedra en el que vivimos, estaba yo donde el tiempo es relativo y entiendes por un momento el tan pequeño papel que juegas en este universo. El solitario Pedro, de dicho nombre ya que vive 21 años solo en esa hermosa señora, solo sus dos hijos caninos lo acompañan. jamás voy a olvidar lo primero que me dijo fue: a mi no me llamen señor, el señor esta en los cielos. La primera regla que hay en esa casa tan mágica construida de barro y heces en el que nos acojo fue esa.
Al cabo de unas horas de largas conversaciones me explico el por qué nunca dejo a su señora, la verdad es que todo es un proceso tan simple y bello como el roció madrugador del paramo, y sin duda solo viendo esa gigantesca vía láctea, allí entendí que: la perfección existe realmente, esa perfección que busca el hombre desde sus primeros pasos, creadores de religiones, esa política que nos separo por todos los milenios que tenemos de historia, la perfección que se cree que existe en avances tecnológicos, buscando esa perfección que ya existe mucho antes de nosotros haber nacido o si quiera haber existido, porque eres tan perfecta señora naturaleza que te vi por la montaña, señora montaña a la que este relato dedico, tu eres esa señora que acompaña al señor, tu eres la señora que complementa, tu eres esa señora igual de importante que el señor, como es posible que si por ti tuvieran el respeto y la admiración que tienen por el señor, habría paz mundial, como es posible que tu señora montaña que de tu corazón nos hagas vivir seas la mas rezada , porque no puedes ser tu la salvadora de los bendecidos y los malditos, nunca supe lo importante y maravilloso que es ver tu cara y dedicarme esa sonrisa que tanto me empapo, tu ojos me penetraron tanto que juro nunca haberme puesto tanto suéteres, y por supuesto tu bella energía que te enriquece el espíritu de una manera tan peculiar, que sin duda no hay ningún escrito que pueda expresar lo que la bella naturaleza de la montaña te hace sentir, hablo como otro montañista que se enamoro de la señora, un amor juvenil, tan incierto y rebelde que nadie sabe que podría pasar, señora montaña te agradezco por hacerme ver tanta belleza juro que volveré a visitarte señora mía si tú me lo permites.