Tras su sombra descansan desde miles de años todos los seres vivos de nuestro planeta. Muchos nos recuerdan historias, leyendas, entre otros, que nos transbordan a épocas felices o tristes.

Hace unas semanas veía con mucha preocupación la quema de miles de hectáreas de la selva amazónica por el uso indiscriminado de solventes combustibles usados por el hombre.

Al árbol debemos mucho, seguridad, calor, sombra, alimentos, entre muchos más que requiere el hombre para sobre vivir. Es por ello, que considero que al menos cada ser humano debería sembrar un árbol en su vida.

Acá en nuestra ciudad pudimos con tanto esfuerzo sembrar alrededor de 400 árboles, de los cuales hoy día sobreviven 8.

(3 años más tarde, mi hija feliz de ver su árbol tan grande.)
Quizás nos ganan esta pero no nos quitarán el deseo de seguir sembrando.