Su muñeca le habló.

La acompaña a donde sea necesario, es su mejor amiga, en cualquier situación de tristeza siempre le sonríe y le hace saber que no está sola, como si le secara sus lágrimas, se tragara sus miedos, le respondiera sus dudas.

Una simple muñeca que le regaló su mamá... "¡Quiero una, quiero una! Todas mis amigas tienen."

Y es verdad, porque esta pequeña no podía tener muñeca si todas sus compañeras tenían una, para cepillar su pelo, para jugar a la casita, o a la doctora...

Ese mismo regalo fue lo que la daño.

Luego de varias semanas de ser parte de la familia, la muñeca no solo dormía con ella, sino que también se sentaba en la mesa, se bañaban juntas, y le había puesto nombre, Molly.

La mamá siempre aceptó ese nivel de intrusión de la muñeca en su vida, pues al no tener muchas amigas, era como si ese juguete barato que compraron en un rincón de las calles fuera esa hermanita que tanto le hacía falta.

Su mamá tuvo un aborto espontáneo antes de tener una hija... Debieron ser dos pero terminó siendo una sola, hasta Molly.

Así que los padres le siguieron el juego a su niña con darle vida a Molly cuando está no era más que un muñeco.

Pero se cometió un error. La hija en un momento le preguntó a su madre, aunque ésta nunca le había mencionado nada al respecto...

¿Yo debí tener una hermana?

La madre no supo como reaccionar a esta pregunta, decidió evadirla ofreciéndole dulces y manteniendola contenta, pero ello no pensaba detenerse, hacia cada vez preguntas más fuertes e incoherentes que la anterior.

¿Consumiste drogas de joven?

¿Perdiste tu virginidad con dos hombres en una fiesta?

¿Has robado cosas a tus amigas?

¿Le mientes a todo el mundo acerca de tu aborto?

¿De dónde conseguía tanta información personal de su vida, como su pequeña hija podía saber los demonios más oscuros que esta mujer tenía si nadie sabía de estos?
Le tuvo que preguntar, de manera muy cariñosa y amigable, la sentó en su regazo, y le hizo la pregunta: ¿Mi amor, como es que sabes todas estas cosas?

Me las dijo Molly.

Su corazón se detuvo momentáneamente...

La madre se asustó, llegó a pensar que su hija pudiese sufrir de esquizofrenia, o algo mucho peor, pero lo que no encajaba era el como sabía todo acerca de ella, como su hija conocía cosas que solo ella conocía.

Luego lo supo.

"cierto... Yo no tengo hija, molly fue mi único intento de embarazo y sufrí aborto espontáneo."

Esta pequeña niña es lo que pudo ser Molly.

Pero no lo fue, y eso la dañó, así que compró un juguete, le puso Molly, y empezó a tratarla como si fuese su hija, para cepillarle el cabello, para jugar a la casita o a la doctora, para bañarse con ella, para dormir con ella.

Para tener una hija.

Nunca fueron dos, ni siquiera hubo una, pero Molly estuvo ahí para acompañarla a donde fuera, secar sus lágrimas, tragarse sus miedos, y responder sus dudas.

Una simple muñeca.

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Espero les haya gustado este relato, el título fue una total inspiración de 31 minutos, una de las series que más vi en mi infancia, para los que la conozcan, saben que esa canción era muy pegajosa.

Las fotos son de mi autoría, fueron tomadas con una Nikon D80, y esa niña de ahí es mi pequeña sobrina margarita, ya hablé de ella anteriormente en este post.Mi árbol familiar, mi nuevo lugar especial

Espero hayan disfrutado de este relato, y nos vemos en el próximo post. Un abrazo azúl para tí, de mi portafolio.

Hasta la próxima.