Llevo gafas. Nací un 12 de octubre de 1992 lo que me hace mitad analógica y mitad digital. Criada por el Internet y por dos fabulosos padres que como a muchos les ha pasado (y pasa) no me tenían en sus planes en esa noche loca de copas pero que apostaron por construir un amor alrededor de haberme creado, por lo que agradezco día tras día, y sé que ellos también, pues hoy día saben que no se equivocaron en elegirse mutuamente, lo veo en sus miradas.

Me tocó nacer en un lugar el cual su presente es desastroso, Venezuela. Ese desastre que se veía venir y yo le iba poniendo un "ya va", "aguanto un poquitito más", "este año quizás cambien las cosas" finalmente me sobrepasó y desde el 2016 vivo en Buenos Aires, Argentina, y en definitiva algo de lo que planeo escribir acá y que capaz y los calificaré como #intensiarticulos (no tan seguido ya que no quiero abrumarlos con mi intensidad) será sobre esos análisis y percepciones de vida a los que me llevó nacer y crecer durante la evolución de la involución de un país y de los que opino es importante exponer testimonios.

Tres pasiones me definen: Hablar mucho, comer mucho, hacer fotografías.

De ese último tópico es que irá esto mayormente, sobre fotografía y mis fotografías, pasión que desde chica me estuvo lanzando pistas y no las capturé y abracé hasta que empecé la carrera de periodismo en la universidad y creó en mí toda una nueva perspectiva sobre la unión del arte, mis intensidades y ganarme la vida.

Toda mi vida he sido obsesiva con las estéticas naturales de la vida, por las historias que tienen para contar seres que son comunes pero al mismo inusuales en el tránsito diario de nuestras vidas, por las realidades alegres y dolorosas de la vida y los diferentes enfoques que le damos.

Vivo sobre la necesidad de inspirarme de todo lo que me rodea para inspirar a quienes le guste que llegue a sus vidas para encontrar la felicidad individual que nos haga tener paz colectiva.

En fin, esto pinta bien, seguiremos en contacto.