DEL MONTE (Poesia-visual) Juancho Art.

¡Que alegría poder saludarlos de nuevo amigos! perdón por mi ausencia, pero que más da, el ser humano es tan cambiante, lleno de tumbos, pero espero puedan perdonarme, como un gesto de agradecimiento a esta maravilla comunidad, les regalare un poema, nuevamente abordado el concepto de la "Poesía-visual" que venía trabajando desde que comencé, lleno de naturalidad y verdor, sonrisas una palabra "Trabajo" pues estas fotos representan que no importa de dónde vengamos o que hagamos sonreír y seguir luchando siempre será el arma y escudo infalible contra las tinieblas que ciegan nuestras almas.

El monte, la naturaleza, las pieles marcadas por el sol; serán siempre referentes de trabajo físico, de arduas tareas llenas de esfuerzo, resignación o esperanza, todo esto comprende una realidad única el trabajo no será soportado nunca por el alma si no es aliviado por un amigo, una compañía, la contemplación o una sonrisa.

"El sol, que no tiene dueño,
alumbra allí, luego aquí.
Marca al hombre ...,
pinta sombras...,
toca el alma en su perfil..."

-Raul Carnota.

"Hay un camino que busco, desde niño, sin sesar..."

Amigo
tu saliste de ese monte,
marcado he inclementemente...
quemado.

Pues así de duro como aras
te golpe el sol la nuca,
así como es el misterio de ti
es mi respeto por tu faena.

Y sonríes cálido,
y !Ay¡ que sorpresa un amigo,
y !Ay¡... que te duelen las manos,
y aun así te sonríes,
de tu amistad se tiñe el calor.

"...Duele tanto,
sangra mucho,
se recorre en soledad..."

No somos diferentes
montuno compañero,
tu usaste una escoba
y yo una cámara usé,
pero tú me atrapaste
y como yo te atrape.

"...Piedra a piedra, paso a paso, corazón, yo se esperar."

Este hombre desconocido trabajaba durante toda la mañana limpiando un terreno a solas, cuando lo vi me di cuenta que fue contratado para realizar este trabajo, solitaria trabajaba y de vez en cuando tomaba agua, de un momento a otro decidí cazar su movimiento con mi cámara, al ver en su rostro una gran sonrisa pues venia un poco más adelante un amigo quizá a ayudarlo, enseñándome que nunca debo rendirme pues la existencia le sonríe a cada ser por igual.

¡Muchas gracias por leerme, hasta otro post!

Juan A. Borgen.