Los gatos son muy especiales. Decía Sánchez Dragó que el gato es el tigre que Dios ha puesto en el mundo para poder ser acariciado por los hombres. Pero aparte de muchas cualidades, el gato no se deja acariciar por cualquiera ni ofrece su cariño por que sí. De manera que habrá que pensar que eres una persona especial y el hijo de Cataluna te ha adoptado.
Desde luego, si un gato no quiere estar contigo, sencillamente se va. Ya es viejito, sólo con mirarnos, sabemos de qué va la cosa. Cuando muera, sé que voy a llorar mucho. Aunque eso en mí no es raro, también lloré cuando su madre se puso de parto, pero de emoción, hasta con el telediario se me cae alguna que otra lágrima. Los de risa fácil también lloramos sin cortarnos ni un poco. Me parece que el gato cree que soy una gata rara.
El gato sabe cómo eres y te conoce perfectamente. No quiero desparramar, pero ¿has leído a Lobsang Rampa?. Uno de sus libros (dejando aparte la polémica) que se titula Vida con el lama, está protagonizado por una gata, Fifí Bigotesgrises. Una vida dura y llena de altibajos hasta que conoció al lama y se instaló con él en su piso de Londres. Merece la pena leerlo.
No lo conocía, pero voy a hacer lo posible por encontrarlo. Fifi Bigotesgrises, qué cosita tan linda de nombre. Es que engatusan.
Es posible que lo encuentres por internet en versión pdf
¡Lo tengo! Muchas gracias.
Ya me contarás
Prometido.