[ENG-SPN] Van Gogh and virtuality / Van Gogh y la virtualidad

The ancient Eastern assertion has never been more accurate, which, asserting that we live in the World of Maya or World of Illusion, seems to us to be the closest thing to that other technological reality, which, for some years now, has not ceased to surprise us for a moment.

Immersive experiences, well used in their educational and cultural aspect, provide us with an invaluable tool, which also allows us to immerse ourselves, with a high degree of realism, in those subjective universes that were the singular raw material that nourished many of those great geniuses of Art, for example, whose meritorious legacy still surprises us and even further, what is more important, still moves us.

In this sense, and in light of the tragic vicissitudes of his tortuous life, perhaps those dedicated to the life and work of Vincent Van Gogh are the ones that have caused the greatest number of sensations to gush forth like a torrent, which, deep down, also serve to recall those famous verses by the poet Donne, which, aimed at making us understand that no one is an island, state: ask not for whom the bell tolls. It tolls for thee.

Nunca ha sido más certero el milenario aserto oriental, que, aseverando que vivimos en el Mundo de Maya o Mundo de la Ilusión, se nos antoja como lo más parecido a esa otra realidad tecnológica, que, de unos años a esta parte, no ha dejado ni por un momento de sorprendernos.

Las experiencias inmersivas, bien empleadas en su aspecto educativo y cultural, nos proporcionan una herramienta inestimable, que, además, nos permite sumergirnos, con un alto grado de realismo, en esos subjetivos universos que fueron la singular materia prima de la que se nutrieron muchos de esos grandes genios del Arte, por ejemplo, cuyo meritorio legado todavía nos sorprende y más allá aún, todavía, lo que es más importante, nos conmueve.

En ese sentido y a tenor, además, de las trágicas vicisitudes de su tortuosa vida, quizás sean aquellas, dedicadas a la vida y obra de Vincent Van Gogh, las que más hayan hecho brotar como un torrente, multitud de sensaciones, que, en el fondo, sirven, también, para recordar aquellos famosos versos del poeta Donne, que, encaminados a hacernos comprender que nadie es una isla, sentencian: no preguntes por quién doblan las campanas. Doblan por ti.

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