[ENG-SPN] The Cathedral of Zamora / La catedral de Zamora

Although, due to its size, it is considered the smallest of its kind located in Castile and Leon and, by default, in the rest of Spain, the Cathedral of Zamora, dedicated to the figure of the Savior, represents a model of architecture, Romanesque in its beginnings, which always stands out for its harmonious elegance.

Dominating the upper part of a city that sits on the banks of a river, whose melancholic waters end in the Atlantic, the Duero, its walls witnessed the passage of illustrious knights, who, like the Cid Campeador - who, according to rumor, was knighted in the nearby and rustic hermitage of Santiago de los Caballeros - left their imperishable mark on the pages of a History, which, still, is far from recording all its secrets.

But, in addition to welcoming visitors inside, with the monumental figure of that heterodox and alchemical vagabond of the roads, the giant San Cristóbal, the cathedral of Zamora, displaying one of the most beautiful ribbed domes of Spanish Romanesque architecture, is also a time capsule, where the vision of the cultural wealth of the sublime objects it guards is, without a doubt, a fascinating adventure to discover.

Aunque, por sus dimensiones, está considerada como la más pequeña de su género que se localiza en Castilla y León y por defecto, en el resto de España, la catedral de Zamora, dedicada a la figura del Salvador, representa un modelo de arquitectura, románica en sus inicios, que destaca siempre por su armónica elegancia.

Dominando la parte alta de una ciudad que se asienta sobre las riberas de un río, cuyas melancólicas aguas van a morir al Atlántico, el Duero, sus muros fueron testigos del paso de ilustres caballeros, que, como el Cid Campeador -que, según se rumorea, fue armado caballero en la vecina y rústica ermita de Santiago de los Caballeros- dejaron su huella imperecedera en las páginas de una Historia, que, todavía, lejos está de consignar todos sus secretos.

Pero, además de recibir al visitante en su interior, con la monumental figura de ese heterodoxo y alquímico vagabundo de los caminos, el gigante San Cristóbal, la catedral de Zamora, luciendo uno de los más bellos cimborrios gallonados de la arquitectura románica española, es además una cápsula del tiempo, donde la visión de la riqueza cultural de los sublimes objetos que custodia es, sin duda alguna, toda una apasionante aventura por descubrir.

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