[ENG-SPN] Return to Magical Soria: Conquezuela / Retorno a la Soria Mágica: Conquezuela
The year has just begun and it is impossible not to shout out in favour of adventure and to take up the baton, which, at the time, was launched by a writer of unorthodox customs and accurate conclusions, who is no longer with us, to accept the challenge and return to remember some of those surprising places of that Magical Spain - laugh whoever wants, but like witches, their existence is very real - that refuses to die.
And we do so, moving a few kilometres from that multicultural fantasy city that is Medinaceli, also leaving behind that bastion of Numantian resistance of the leader Viriato, on which centuries later a town was settled, whose name is the same as one of the main Galician rivers, the Miño, to enter some solitary plains, which were once an extensive mangrove swamp in which famous medieval kings, such as Alfonso X the Wise, used to hunt birds and the fellow citizens of the enlightened Voltaire, did business with the best leeches in the area, for their bloodletting.
Leaving behind, also, a curious rock carved in the form of an altar with several steps and looking towards the powerful rocky outcrop opposite, there still exists a narrow cave in which Neolithic farmers and ranchers began to maintain relations with the supernatural and on whose roof, someone, perhaps with a hermit spirit, built a genuine Romanesque arch and a little further on, a small hermitage, that of the Santa Cruz, where still, after centuries, it serves every summer as a meeting point for a splendid pilgrimage, in which the neighbours of the surrounding villages share their food, among gestures of dance, joy and brotherhood.
Recién comenzado el año, resulta imposible no lanzar un grito en favor de la aventura y recogiendo el testigo, que, en su momento, lanzó un escritor de heterodoxas costumbres y acertadas conclusiones, que ya no está entre nosotros, aceptar el desafío y volver a rememorar algunos de esos sorprendentes lugares de esa España Mágica -ríase el que quiera, pero como las brujas, su existencia es bien real- que se niega a morir.
Y lo hacemos, desplazándonos algunos kilómetros de esa ciudad de fantasía multicultural que es Medinaceli, dejando también atrás ese bastión de numantina resistencia del caudillo Viriato, sobre el que siglos después se asentó un pueblo, cuyo nombre es el mismo que uno de los principales ríos gallegos, el Miño, para adentrarnos en unas solitarias parameras, que antiguamente fueron un extenso manglar en el que conocidos reyes medievales, como Alfonso X el Sabio solían cazar pajaritos y los conciudadanos del ilustrado Voltaire, hacer negocio con las mejores sanguijuelas de la zona, para sus sangrías.
Dejado atrás, también, una curiosa roca labrada en forma de altar con varios escalones y mirando hacia el poderoso roquedal de enfrente, existe, todavía, una estrecha cueva en la que los agricultores y ganaderos del Neolítico comenzaron a mantener relaciones con lo sobrenatural y sobre cuyo techo, alguien, quizás con ánimo eremita, levantó un genuino arco románico y algo más allá, una pequeña ermita, la de la Santa Cruz, donde todavía, al cabo de los siglos, sirve todos los veranos como punto de reunión para una espléndida romería, en la que los vecinos de los pueblos de alrededor comparten su comida, entre gestos de baile, alegría y hermandad.
NOTICE: Both the text and the photographs that accompany it are my exclusive intellectual property and therefore, are subject to my Copyright.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.