[ENG-SPN] Harmony and the myth of the eternal return / La armonía y el mito del eterno retorno

There are places, even secluded in the dark heart of those true concentration camps that the big cities are turning into, surrendered, each day more to the indiscriminate offensive of cement and concrete, whose meritorious beauty, in addition to constituting the best of balms for the spirit -sick consumer of rationalism- invite us to dream, to travel through those realms of exotic charm, where fantasy -blessed gift, after all- celebrates a lucky nuptials with beauty, to the delight of that type of diners - call us poor deluded people - who still dream of that utopian illusion, which, after all, is the fruit of that divine union: harmony.

Harmony, like the circle, the square, the triangle or the polyhedron in Sacred Geometry, is usually also an unalterable constant of those imitations of Paradise, which are the gardens and which, moreover, invite us to dream of those happy times, before the Fall, which, forming veritable rivers of what could well be called 'mythology of nostalgia', Mircea Eliade, a Romanian writer and hermeneutist, collected into one: the myth of the eternal return.

Hay lugares, incluso recluidos en el oscuro corazón de esos verdaderos campos de concentración en los que se están convirtiendo las grandes ciudades, rendidas, cada día más a la indiscriminada ofensiva del cemento y del hormigón, cuya meritoria belleza, además de constituir el mejor de los bálsamos para el espíritu -enfermo consumidor de racionalismo- nos invitan a soñar, a viajar por esos reinos de exótico encanto, donde la fantasía -bendito don, después de todo- celebra unas afortunadas nupcias con la belleza, para deleite de ese tipo de comensales -llamésenos pobres ilusos- que todavía soñamos con esa utópica ilusión, que, a fin de cuentas, es el fruto de esa divina unión: la armonía.

La armonía, como el círculo, el cuadrado, el triángulo o el poliedro en la Geometría Sagrada, suele ser también una constante inalterable de esos remedos del Paraíso, que son los jardines y que, además, nos invitan a soñar con aquellos felices tiempos, antes de la Caída, que, conformando verdaderos ríos de lo que bien podría denominarse como ‘mitología de la nostalgia’, Mircea Eliade, escritor y hermeneuta rumano, recogió en uno solo: el mito del eterno retorno.

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