[ENG-SPN] Architecture and Legends: the crows of the Vera Cruz in Segovia / Arquitecturas y Leyendas: los cuervos de la Vera Cruz de Segovia

An old legend, very popular in the stately Segovia, tells that, at the doors of this incredible Romanesque church, with a dodecagonal floor plan, central aedicule, triple apse and enormous defensive tower, a Templar knight died while defending it from the assault of a group of Muslim warriors who were harassing and attacking the city.

When the battle ended and the body of the warrior-monk was collected by his brothers and displayed on the altar of the central aedicule - the nerve center of the church - where the knights had the custom of keeping watch in homage to the Gothic Christ and the venerated stone image of the Virgin of Peace, they left him alone for a few hours and when they returned, they discovered, with horror, that the crows had feasted on him, eating his eyes.

They say that, faced with such a cruel sacrilege, the Grand Master of the Order launched a curse so terrible that, even today, numerous species of birds can be seen evolving and nesting in the wings and recesses, especially the swift swallows, but not a crow has ever been seen again, not even flying around.

Cuenta una vieja leyenda, muy popular en la señorial Segovia, que, a las puertas de esta increíble iglesia románica, de planta dodecagonal, edículo central, triple ábside y torre defensiva descomunal, murió un caballero templario mientras la defendía del asalto de una partida de guerreros musulmanes que estaban hostigando y atacando la ciudad.

Cuando el combate terminó y el cuerpo del monje-guerrero fue recogido por sus hermanos y expuesto en el altar del edículo central -el punto neurálgico de la iglesia- donde los caballeros tenían por costumbre velar armas en homenaje al Cristo gótico y a la venerada imagen de piedra de la Virgen de la Paz, lo dejaron solo durante unas horas y cuando regresaron, descubrieron, con horror, que los cuervos se habían cebado en él, comiéndole los ojos.

Cuentan, que, frente a tan cruel sacrilegio, el Gran Maestre de la Orden lanzó una maldición tan terrible, que, incluso actualmente, se ven numerosas especies de aves evolucionar y anidar en los alerones y recovecos, sobre todo, las raudas golondrinas, pero jamás se ha vuelto a ver un cuervo, ni siquiera volando por los alrededores.

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