El pensamiento fija la posibilidad, y la emoción la trae a tu realidad.
Un pensamiento sin una emoción no se manifestará.
Todo lo que desees intensamente, con un alto impacto emocional, creyendo que ya lo tienes, se manifestará.
Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.
(Marcos 11:24)