Pastillas anticonceptivas lo que debes saber antes de tomarlas

in #pastillas7 years ago

Imagínate este escenario: una niña de 15 años de edad, entra en un consultorio y se queja con su médico del acné y los períodos menstruales dolorosos e irregulares. Tu médico se apresura a escribir una receta con pastillas anticonceptivas. Y le dice a la niña que eso va a ayudar a equilibrar sus hormonas, regular su ciclo y detener el acné. Durante la medicación, su piel se limpia y sus períodos son regulares y sin dolor, ella está encantada y sigue tomando la píldora sin pensarlo dos veces hasta que esté lista para comenzar una familia.

Pastillas anticonceptivas, lo que debes saber antes de tomarlas
En otro caso, una mujer de unos 30 años de edad o 40 años está experimentando síntomas de la perimenopausia con cambios de humor, sangrado irregular, sofocación y sudores nocturnos. Su ginecólogo quiere recetarle una píldora anticonceptiva para aliviar sus síntomas en lugar de trabajar para averiguar la causa de sus sofocos y cambios de humor.

La situación de estas mujeres no sería precisamente rara, de hecho, estarían en compañía de 9,7 millones de otras mujeres que actualmente toman píldoras anticonceptivas. Después de todo, la pastilla anticonceptiva es tan omnipresente que normalmente se le conoce simplemente como “la píldora”. Por lo tanto, ¿esta píldora debe ser bastante inofensiva no es así?

La verdad es que las pastillas anticonceptivas no son inofensivas. Por un lado, cuando un médico se dirige de inmediato a las pastillas anticonceptivas para aliviar los síntomas de una mujer, no se está ocupando de determinar las causas de los síntomas, sino que simplemente los enmascara con un medicamento, dejando sin tratamiento a la verdadera causa raíz. Es más, las píldoras anticonceptivas en sí representan varios riesgos para la salud.

En este artículo, vamos a ver lo que en realidad son las píldoras anticonceptivas, cómo afectan a tu cuerpo, y el enfoque de la medicina funcional para equilibrar tus hormonas de forma natural.

¿Qué son las píldoras anticonceptivas?
Las píldoras anticonceptivas son un tipo de terapia de reemplazo hormonal. Contienen hormonas sintéticas (artificiales) que interrumpen el ciclo hormonal natural para detener la ovulación. En el ciclo hormonal natural de la mujer, el estrógeno y la progesterona fluctúan.

Los picos de estrógeno suceden justo antes de la ovulación, y los de progesterona, justo después.

Las píldoras anticonceptivas funcionan proporcionándole al cuerpo hormonas sintéticas (ya sea estrógeno y progesterona o simplemente progesterona) para mantener los niveles hormonales altos, engañando al cuerpo haciéndole creer que estás embarazada y así evitar que tus ovarios liberen un óvulo.

El propósito original de las pastillas anticonceptivas, por supuesto, era detener el embarazo, pero los médicos convencionales prescriben la píldora muy rápidamente por otras razones, tales como el acné, el síndrome premenstrual, los períodos dolorosos, quistes ováricos, fibromas, cambios de humor, y la perimenopausia, esto sólo para nombrar unas pocas.

¿Cuáles son los problemas con las pastillas anticonceptivas?
El principal problema con las píldoras anticonceptivas es que en lugar de contener estrógeno tienen muchas hormonas sintéticas, tales como el estridiol etinilestradiol y la noretindrona, que no son reconocidas o descompuestas por el cuerpo de la misma manera que al estrógeno natural. Las píldoras anticonceptivas también perturban tus niveles hormonales naturales, ya que mantienen los niveles de estrógeno artificialmente altos, lo que tiene un efecto dominó en el sistema endocrino. Estos factores pueden causar toda una serie de problemas de salud.

  1. Aumento del riesgo de cáncer por tomar pastillas anticonceptivas
    Los estrógenos sintéticos como los que se encuentran en las píldoras anticonceptivas pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer mama, de útero y el cáncer cervical. Estudios muestran que las mujeres que toman píldoras anticonceptivas, e incluso las mujeres que recientemente dejaron de tomarlas, tienen un 20 a un 30% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres que nunca han usado la píldora.
  1. Crecimiento excesivo de cándida
    Como ya sabemos, la mayoría de nosotros ya tenemos algo de cándida en nuestro tracto digestivo. Cuando estamos bien de salud – y seguimos una dieta y estilo de vida saludable – esta levadura no causa ningún problema; sin embargo, cuando nuestro ecosistema interno se desequilibra, puede conducir a un crecimiento excesivo de cándida y desencadena todos los síntomas desagradables que vienen junto con él.

Las píldoras anticonceptivas alteran nuestro equilibrio interno, causando algo que se llama dominancia de estrógenos – que significa un exceso de estrógeno en el cuerpo. En un estudio, investigadores encontraron que el uso de píldoras anticonceptivas puede duplicar el riesgo de desarrollar un sobrecrecimiento de Cándida.

  1. Aumento de las hormonas globulinas vinculantes
    Las hormonas sintéticas en las pastillas anticonceptivas aumentan la globulina fijadora de la tiroides y la hormona sexual, imitando el embarazo. Esto disminuye la cantidad de testosterona y de la hormona tiroidea disponible en tu sangre, lo que puede derivar en hipotiroidismo, estreñimiento, depresión, sobrepeso, y un deseo sexual casi inexistente.

  2. Toxicidad hepática al tomar pastillas anticonceptivas

Las píldoras anticonceptivas son procesadas por el hígado y pasan a través de lo que se llama el efecto de primer paso o el metabolismo de primer paso. Durante este proceso, las pastillas se metabolizan por el hígado y la concentración del medicamento se reduce en gran medida antes de llegar al torrente sanguíneo.

Este proceso puede dañar de manera significativa al hígado ya que conduce a un aumento de la inflamación, tumores del hígado, y una capacidad disminuida de la correcta desintoxicación.

El metabolismo de las píldoras anticonceptivas por el hígado también requiere cantidades adicionales de vitaminas del complejo B, vitamina C, magnesio y zinc. Si no estás recibiendo cantidades adicionales de estos nutrientes, puede llevarte a deficiencias nutricionales que se presentan como aumento de peso, retención de líquidos, depresión y cambios de humor.

  1. Riesgo cardiovascular
    Estudios han encontrado que las píldoras anticonceptivas (específicamente las píldoras combinadas que contienen estrógeno y progesterona sintética) aumentan la presión arterial, incrementando el riesgo de ataques al corazón, coágulos de sangre y accidentes cerebrovasculares.

Enfoque de la medicina funcional para el equilibrio natural de tus hormonas
Mientras que las pastillas anticonceptivas pueden parecer la solución rápida a numerosos problemas de salud, en realidad son todo lo contrario. El enfoque de la medicina funcional se fija en todos los aspectos de tu estilo de vida – y en tu bioquímica individual – para llegar a la raíz de tus síntomas, y ponerte en el camino para encontrar alivio a largo plazo.

Uno debe considerar posibles sensibilidades a los alimentos y problemas intestinales de mujeres que luchan contra el acné. Las pruebas de hormonas en laboratorios funcionales pueden determinar si los desequilibrios hormonales están involucrados en las mujeres con menopausia temprana o períodos dolorosos o irregulares.

No importa cuál sea la causa subyacente, el primer paso es seguir una dieta y estilo de vida necesarios.

También es esencial echar un vistazo a los productos de cuidado personal que estés utilizando. Muchos productos de cuidado personal contienen parabenos y ftalatos – sustancias químicas que imitan la actividad de los estrógenos sintéticos en tu cuerpo.

Los suplementos también pueden ayudar a reducir los síntomas y proporcionar algo de alivio de forma natural, mientras trabajas para solucionar el problema subyacente. Para las mujeres que están pasando por la menopausia precoz, se recomiendan fórmulas a base de hierbas que ayuden a estimular la progesterona.

Otros métodos anticonceptivos
En muchos casos, las mujeres recurren a las pastillas anticonceptivas como una manera de evitar embarazos no deseados, y no sólo para el alivio de los síntomas persistentes. Si bien este es uno de los métodos de anticoncepción más comunes, hay otras opciones disponibles.

Una opción muy recomendada es un DIU de cobre no hormonal. El DIU de cobre está aprobado para 10 años de uso, aunque algunos estudios han demostrado que es eficaz hasta un máximo de 20 años. También es posible que desees considerar los condones masculinos (si no estás en una relación comprometida definitivamente siempre usa condones).

También puedes utilizar el método del ritmo, donde tienes un seguimiento de tus ciclos y evitas tener relaciones sexuales en los días que son fértiles. Hay una serie de aplicaciones de fertilidad diseñadas para ayudarte a concebir a través del método del ritmo que se puede utilizar de manera opuesta para evitar el embarazo. O, si tiene sentido para ti y tu familia, tu pareja podría hacerse una vasectomía.

Es importante sopesar los pros y los contras de los diferentes métodos de anticoncepción y averiguar lo que funcione mejor para ti en esta etapa de la vida y estado civil. Ten en cuenta que el único método anticonceptivo que es 100 por ciento eficaz es la abstinencia.

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