portraits of two strangers

El proceso creativo es sumamente variable, hay una linea que converge en la maraña, un alboroto de la forma, una foto fría y eterna, eterna e irreal, del pasado, un reflejo del fotografo en el objeto, o una mañana de suavidad, de luz y de sombra, un contraste abismal entre entender lo sucedido y retratarte en tu retratada, en tu amada.

Alguna vez yo fui parte de sus abrazos, alguna vez rió conmigo de los ayeres entrañables y de las bromas de bus. Mas que nada en la vida, fue una maraña, un nudo, un enredo en el que me metí por alguna razón que si tuviera oportunidad alguna volvería a estar.

Hace unos años, mientras iba en bus a la universidad, me dispuse a la tarea de dibujar para pasar los ratos. Al llegar a casa me formulé una pequeña libreta de dibujos, y al día siguiente emprendí los 40 minutos en bus, y el día que le siguió, semanas, meses. De esas mañanas y tardes de desvarío, de visitas al mercado principal me quedaron dos cosas: La primera fue un amor eterno por la vida, y por lo grande que puede ser el hola joven ¿qué dibujas? del que está al lado, y lo otro y ultimo, fue un pulso irremediable, ¡de los mil carajos!

que puedo decir, siempre fui una persona nerviosa.

gracias por su tiempo estimados.