3 de abril de 1948 EE.UU firma el Plan Marshall
El día 3 de abril de 1948 el presidente norteamericano H. Truman ratificó el Plan Marshall y el mismo año los países participantes (Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Islandia, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, el Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía y los Estados Unidos) firmaron el correspondiente acuerdo. España y Finlandia quedaron excluidas de la ayuda por sus regímenes políticos y porque durante la guerra habían colaborado con el narzismo.
El Plan Marshall fue el nombre popular del European Recovery Program (ERP), un plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial.
“Es lógico que Estados Unidos quisiera hacer todo lo posible para ayudar a que la salud económica del mundo vuelva a la normalidad, ya que sin ella no podría haber estabilidad política ni paz asegurada,” dijo. “Nuestra política está dirigida no contra un país en particular ni una doctrina, pero contra la hambruna, la pobreza, la desesperación y el caos. Su propósito debería ser la reanimación de una economía funcional en el mundo para permitir el nacimiento de condiciones políticas y sociales en las que las instituciones libres puedan existir.”
Durante los cuatro años siguientes, Estados Unidos entregó 13 billones de dólares en préstamos, pertrechos, equipamiento y asistencia técnica a 16 países Europeos. Para recibir asistencia, los países debían estar de acuerdo en implementar políticas de capitalismo liberal y expandir el comercio con otros países europeos.
La economía de Europa Occidental mejoró drásticamente durante este tiempo. “Para cuando el Plan Marshall terminó en 1951, la producción industrial en Europa Occidental había crecido en un 40% por sobre el nivel de la pre-guerra,” según indica la Fundación de Derechos Constitucionales. “El comercio las exportaciones también incrementaron por sobre su nivel antes de la guerra. La gente regresó a su trabajo y sus estándares de vida subieron. Políticamente, los partidos comunistas perdieron influencia en todas partes.”