Un buen día
Hoy hay tantas cosas por hacer y el tiempo pasa tan rápido, no puedo creer que ya tenga que apurarme para lograr alcanzar a hacer las cosas cuando estaba casi seguro de que iba a tener tiempo de sobra y que iba a poder tomarme un descanso.
Y aparte de eso no sé de qué hablar hoy. Creo que necesito enfocarme un poco en lo bueno, más que nada porque siento que he estado enfocándome mucho en los problemas últimamente y que no le he estado dando su espacio a las cosas buenas que han sucedido.
O sea creo que hay que encontrar un balance. Ja, acabo de entenderlo. Te acuerdas que estaba trabajando con eso de que debo dejar salir lo malo, entonces ahora ya siento que hay un poco de espacio para hablar de lo bueno.
Porque en parte si lo sentía como cuando me juzgo y que estaba siendo muy negativo, pero por el otro lado, simplemente sentía que no necesito enfocarme en lo malo. La cosa es dejarlo salir pero no apegarme a eso. O sea que no necesite estar hablando solamente de eso todo el tiempo y que se convierta en un hábito, pero si debo hablarlo lo suficiente para que pueda fluir y no se estanque en mi interior.
Balance, todo se trata de balance. Y ahorita ya se me puso la tensión de que el balance debe ser perfecto. Y no es así, porque eso significaría que no estoy fluyendo con lo que venga. Hay que fluir y estar en balance. Algo así.