¿Sabias Que? Existen alimentos que pueden ser igual de adictivos que las drogas
¿Sabías Que? El consumo de grasas saturadas combinado con una vida sedentaria son los principales culpables de la obesidad y enfermedades cardíacas.
La llamada comida chatarra nos resulta un manjar, una solución rápida y deliciosa que nos permite alimentarnos sin interrumpir el vertiginoso ritmo de vida que llevamos, ya que en ocasiones no tenemos tiempo para preparar alimentos balanceados, ni detenernos a comer con tranquilidad, pero sabias que algunos alimentos de la denominada comida chatarra pueden ser tan adictivos como drogas.
Los alimentos altamente calóricos producen en nuestro cerebro sensaciones de bienestar parecidos a los que experimenta un adicto a las drogas.Un estudio realizado en la Universidad de Princeton en cual se les proporcionó a un grupo de ratas, grandes cantidades de azúcar, concluyo que los cerebros de las ratas, sometidas a altos consumos de azúcar experimentaban cambios similares a los que se producen cuando se consumen cocaína o heroína.
Según científicos alemanes que estudiaron el patrón de actividad que desencadena este alimento en el cerebro de las ratas, el consumo de papas fritas inglesas (papa fritas de bolsa) resultan irresistibles no solo por su contenido en grasa y carbohidratos, sino también por una mayor activación de regiones del cerebro relacionadas con el sistema de recompensa, la ingesta de comida, el sueño y las áreas motoras. Se desconoce aún qué sustancia es la que provoca tal respuesta.Esta sensación de bienestar no sucede con frutas y vegetales, ya que las energías aportadas por este grupo alimenticio son digeridas por el organismo de manera más lenta y no activan con rapidez al llamado sistema de recompensas del cerebro, como si lo hacen las pizzas, chocolates, las hamburguesas y papas a la francesa.
Las gaseosas denominadas azúcar líquida, encontramos que un vaso contiene entre 10 y 30 gramos de este hidrato de carbono y la cantidad diaria recomendada es de 25 gramos. Por lo tanto, no es de extrañarse que este tipo de bebidas generen comportamientos adictivos más fuertes incluso que los provocados por la cocaína. En este sentido, ya se ha mostrado que la abstinencia de refrescos puede causar dolor de cabeza, insomnio y depresión.
El consumo de grasas saturadas combinado con una vida sedentaria son los principales culpables de la obesidad y enfermedades cardíacas.En palabras de los investigadores, la forma adecuada de luchar contra la adicción a estos alimentos es identificar cuáles son, de manera que logremos consumirlos moderadamente y en caso de no poder buscar ayudad profesional mediante nutricionistas y psicólogos.
