El filántropo y magnate estadounidense de 62 años de edad, ha anunciado hoy 30 de enero que invertirá y formará parte de un proyecto cuyo objetivo será la creación y el desarrollo de una vaca genéticamente modificada y con esto ayudar a comunidades de bajos recursos, especialmente en las zonas más pobres del continente africano.

Bill, dueño de Microsoft y copresidente de la Fundación Bill & Melinda Gates, y su esposa Melinda han invertido a través de su fundación la cantidad de USD 40 milones, en una entidad sin fines de lucro ubicada en Edimburgo, Escocia. Su nombre es GALVmed (Global Alliance for Livestock Veterinary Medicines) y estarán encargados de la investigación genétical, así como también de vacunas, medicamentos y formas de brindar más nutrientes a los cultivos.

La combinación de las dos razas surge a partir del hecho de que la especie de vaca británica Holstein es capaz de producir 19 litros de leche al día, mientras que las africanas apenas superan por poco los 1,5, pero estas son suficientemente resistentes para soportar el calor extremo, las inclemencias climáticas y comen menos que las europeas.

El principal propósito del magnate es ayudar a zonas muy pobre de África a mejorar sus condiciones de vida, introduciendo esta nueva especie con la suficiente resistencia para el terreno hostil y con una producción muchas veces mayor a las especies autóctonas. A la vez se trata de disminuir el margen de error y pérdida por parte de los pequeños agricultores. Gates sostiene que “cualquier alteración puede echar a perder la producción de la familia”.

"Puedes tener una vaca que sea cuatro veces más productiva con la misma capacidad de supervivencia. Podríamos justificar esto sobre los impactos económicos o de salud, pero obtenemos ambos", fueron más palabras del estadounidense, quien viajará a Escocia para seguir de cerca este proyecto.
El propio Bill Gates en una entrevista con el diario inglés The Sun contó algunos detalles.

A pesar de aún no tener certeza del margen de éxito, la viabilidad del proyecto a largo plazo, ni del momento exacto en el cual se podrán ver resultados de los estudios y pruebas genéticas, se estima que podría ser el punto de partida para una nueva generación de bovinos productores, así como un paso adelante en la lucha contra el hambre en el mundo, una gran apuesta para mejorar el futuro de toda la humanidad.

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