Quien no necesita.
Mi voz ronca de tenor a barítono.
Por la sangre de infantes y niños.
Pero él no tiene miedo, no se esconde en las profundidades.
A los gritos de la multitud diabólica.
Crujido detrás de la ventana de la cerca,
Recuerda todo lo que fue y recordará a todos.
Por que lo tengo que recordar.