Tantos años, y la mente se enfrió.
Enviando cartas al rey con la súplica: "¡Ayuda!"
No te vayas, espera, bueno, da consejos.
En metralla pensamientos demasiado ruidosos,
¡Mi tren se apresuró!
Deja que todo sea negro,
La estrella arderá, todo el cielo está en luz.
Y ahora no los juzgamos.
Y en el barco del vagabundo, Caronte.
Adios... me tengo que ir... hablamos mas tarde.