Año nuevo chino: Perro de tierra
El gato y la rata decidieron formar equipo y participar juntos, sin embargo, a mitad de camino se toparon con un río que no sabían cómo atravesar: ninguno de los dos sabía nadar. El buey, que también participaba en la carrera, se ofreció a ayudarles y ambos se montaron en su lomo. Cuando atravesaban el río, la rata empujó al gato al agua. El buey, medio sordo, no oyó los gritos de auxilio del animal. Al llegar a la orilla, la rata salió corriendo y alcanzó la meta, la primera. Le siguió el buey. Y a más tarde llegaron el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Es por ello que, según la fábula, el gato odia el agua y siempre persigue al ratón.
Se debe celebra el Año Nuevo Chino, que está regido por el calendario lunar. Tras hacer una cena en la que no faltan el cerdo y el pescado para traer abundancia y buena suerte, así como los deliciosos “dumplings”, los chinos abarrotan durante el primer día del nuevo año los templos para pedir, sobre todo, dinero. Entonando el ya clásico “gong xi fa cai”, que significa “te deseo que consigas mucho dinero”, reparten entre los niños y familiares sobre rojos (“hongbao”) llenos de billetes», cuenta el periodista, quien añade que «al ser la festividad más importante de China, millones de personas se desplazan para celebrar el año nuevo lunar con sus familiares».
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Los habitantes chinos no han cambiado de año el 1 de enero: este viernes celebran el año nuevo chino el año 4716, según su calendario, la fiesta tradicional más importante del país asiático, que tiene al signo del perro como figura central. Esta festividad, que se llega a celebrar en una cuarta parte del mundo, se prolongará hasta el 2 de marzo, un total de 15 días donde las familias chinas abanderan mediante rituales la transición del año del gallo de fuego al año del perro chinos prevén un año de enriquecimiento (personal y profesional) en el que saldrán victoriosos los que tengan mayor capacidad para adaptarse.
Según las creencias chinas, el perro simboliza el compromiso fiel y la lealtad hacia el prójimo, y todos aquellos nacidos bajo su manto se caracterizan por su honestidad y su humildad, con lo cual se espera que sea un gran año para consolidar relaciones interpersonales. Algunas de las figuras más importantes que han nacido a lo largo de la historia en el año del perro son: Sócrates, Ava Gardner, Bill Clinton, Elvis Presley, Harry Houdini, Silvester Stallone o la Madre Teresa de Calcuta. Esto es lo que esperamos del año del perro para todos los signos. A diferencia del gallo, que ha sido generoso con los más trabajadores durante el último año, la figura del perro promete mejores momentos para el amor y la salud.
Este año coincide también con un momento en el que la figura del perro, dentro de la cultura china, va ganando importancia y su uso como mascotas está cada vez más extendido.
Tradiciones únicas
Al ser una fiesta oficial nacional, la mayoría de los trabajadores en China tienen vacaciones durante siete días. El año nuevo es una celebración marcada por las reuniones familiares, y esto provoca un gran éxodo de las ciudades a los pueblos rurales, una migración sin precedentes en términos de movilidad durante ningún otro periodo del año.
A partir de este viernes, los chinos abrirán las puertas y ventanas de sus hogares para permitir que salga el año anterior y se lleve todo lo malo. Los dragones (símbolo icónico de la cultura china) serpentearán por las calles bajo farolillos y demás ornamentos mientras el cielo se llena de fuegos artificiales. También desfilarán leones, con la misión de ahuyentar a los malos espíritus. El color rojo predominará por doquier, pues los chinos creen que da buena suerte, y en las tiendas se venderán todo tipo de artículos relacionadas con la figura del perro.
Otras curiosidades de esta celebración tan particular es que nadie suele hablar del pasado, pues se considera que atrae la mala suerte. Tampoco se castiga a los niños, y estos tienen cierta libertad para ser algo rebeldes. Los actos tradicionales culminan con el festival de los faroles, donde se sueltan lamparas naranjas decoradas con mensajes que terminan iluminando la oscuridad del cielo, mientras los chinos comen bolas de arroz típicas (yuanxiao) y estrechan lazos con su cultura y tradiciones nacionales.