Concurso de Nano Narrativa (Semana 12) | «Irreparable» — Relato
Mis Estimados:
¡Sean bienvenidos una vez más a mi blog, es un placer saludarles nuevamente!
Hoy vengo a presentarles un relato de mi autoría. Así que pónganse cómodos y espero que lo disfruten.
IRREPARABLE
— ¡acompáñame! —Dijo, casi en un susurro.
— ¿Estás segura? — le respondí con nerviosismo.
Fueron 428 días tratando de reparar mi corazón. Sin embargo vivir sin ella, no es vivir… vivir sin ella es existir anclado a su recuerdo. La seguí, dudando de mí, dudando de lo que esto significaba… ¿cómo iba a juntar mis pedazos nuevamente para volver a armarme?
—Irreparable— Susurré para mis adentros. Esa palabra atravesaba mi pecho tan dolorosamente, como quien recibe un disparo en la oscuridad.
Entonces llagamos a su habitación y me impregné de su olor... ¡maldita sea, su olor! ¡Otra vez no!
El rastro de sol que aún quedaba en el cielo se colaba por la ventana. La tenía frente a mí, tal cual ángel, a contar luz… su ropa comenzó a caer y pronto pude ver su piel bronceada, como si la hubiera besado sutilmente el mismísimo astro rey. Me costaba respirar. ¿Qué tanto podía aguantar? ¿Para qué abstenerme del llamado más puro del infierno?
Me acerqué con cuidado y deslicé mis dedos por el arco de su cintura, pude sentir cómo se erizaba cada recóndito lugar de su cuerpo bajo mi tacto. Mis límites se dilataron al ver sus senos erguidos como salvajes montañas. La besé lentamente para que no se me acabara el tiempo, para que no llegara el mañana; cuando redescubrí su lengua un destello de electricidad atravesó todo mi ser.
Nuestros corazones latían frenéticamente al ritmo de la misma canción, nos devorábamos con premura. Ella abrió sus piernas como quien deja entrar a la mismísima gloria en su interior, yo entré a su infierno con todo el placer de mi vida. Nos fundimos en un solo cuerpo y corazón, estuve dentro de ella como una tormenta, porque quería dejar una huella en su mundo, para ver si así desaparecía el anunciado final. Pero el sol salió y ya nada pude hacer…
— Te amo— le dije con esperanza y dolor en el pecho, mirando fijamente sus ojos cafés.
—Chris, lo nuestro es irreparable— dijo ella, volviendo añicos el vestigio de mi corazón.
Fue así como volví a hacerme pedazos. Fue así como el día 429 dejé de estar sobrio y volví a caer en su piel, en su calor y en sus besos; sin mirar hacia atrás y arrojándome sin remordimientos en las llamas de su maldito infierno. Fue así como volví a ser polvo a sus pies.
Queridos lectores, espero que hayan disfrutado del relato, el mismo fue mi participación en el concurso semana de Nano Narrativa, una iniciativa creada por el equipo de @acropolis, con el fin de fomentar la escritura creativa en la plataforma.
A mí ya se me volvió una mala maña publicar a último minuto, pero los invito a que sigan a la comunidad y puedan participar en el concurso semanal. De igual forma si quieren participar, en el link de la siguiente imagen podrán encontrar las bases del concurso.
Esta publicación ha sido seleccionada para el reporte de Curación Diaria.
¡¡¡Felicidades!!!
Esas metáforas eróticas, encienden mi piel. Puedo contemplar con fruición tu lado poético. Sigue excitándonos con tus letras.
Siempre mía...
Me haces sonrojar...
Una vez más, gracias por siempre estar... porque aunque publicara mi lista del supermercado sé que de algún modo estarías también en esas letras.
Un caluroso y frenético abrazo hasta tu país... o mejor, un abrazo que te acompañe a donde quiera que vayas.